La vuelta de Rolando Zárate a Vélez….todo un tema, ¿no?
Cuando nos ponemos a hablar de los refuerzos que llegan al club, vemos que llegan caras nuevas, pegan la vuelta caras ya conocidas; plata va, plata viene…
Una de estas incorporaciones fue la del Roly. Quizás a la hora de hablar de él, no hay que basarse en aquel que disputó sus últimos partidos con la V azulada en el pecho allá por el año 2006, sino en aquel que supo ser el goleador del Torneo Clausura 2004, y el que obtuvo 2 campeonatos nacionales con el equipo que supo verlo nacer futbolísticamente.
Rolando David Zárate apareció en la Primera División de Vélez el 18 de marzo de 1998, con Marcelo Bielsa como técnico del club, a los 18 años. Al poco tiempo de su debut, obtendría su primer campeonato Oficial, el Torneo Clausura 1998, al lado de monstruos como Jose Luís Chilavert entre otros. Sus grandes actuaciones en Vélez lo llevaron a defender la camisera del Terrasa Fútbol Club, y luego, con apenas 21 años fue a parar a nada más ni nada menos que al Real Madrid, al lado de figuras mundialmente destacadas como Roberto Carlos y Raúl entre otros. Sus goles y gambetas hicieron llegar a su equipo a semifinales de la Copa del Rey, y a alcanzar uno de los principales puestos de la Liga de Campeones. Sin embargo, su alto valor de cotización no fue aceptado por los merengues, y Roly tuvo que volver a Argentina, a su club de origen, para cumplir su 2° ciclo; donde tampoco tuvo lugar en el equipo y fue cedido nuevamente a otros clubes europeos, tales como el Real Murcia (2001) y Ciudad de Murcia (2001/02) de España, y Livingston (2002/03) de Escocia, donde consiguió ser el goleador de la Premier League con 13 tantos en la temporada 2002-2003. De vuelta en el club de Liniers, esta vez cumpliendo su 4° ciclo, bajo la dirección técnica de Carlos Ischia, supo ganarse la titularidad del equipo a fuerza de su gran sacrificio y de sus goles.
Llegó el año 2004, y Roly consiguió lo que todo delantero del fútbol argentino desea: ser el máximo artillero del torneo local. Esto lo llevó a Arabia Saudita a jugar la final local con el Al-Ittihad, partido en el cual no pudo marcar, pero sí tuvo una gran actuación.
Un año más tarde Vélez se consagraría campeón nuevamente, sumando su 6° campeonato local, y adivinen quién fue el goleador del equipo (junto a Lucas Castromán): obviamente el mismo Rolando David Zárate del que estamos hablando, que estaba pasando sin duda alguna alguna su mejor año futbolístico. Tan buena fue su actuación en el club, que el director técnico de la Selección Argentina por ese entonces, José Pekerman, lo convocó a jugar un amistoso contra la Selección de México en Los Ángeles, donde anotó el único gol del equipo, decretando el empate. Poco tiempo después fue convocado por 2° vez para enfrentar un partido oficial por eliminatorias del mundial de Alemania 2006, frente a Bolivia, pero esta vez el Roly no mojaría.
En el segundo semestre de ese año, Roly sufriría lo que según muchos de los hinchas de Vélez Sarsfield le cambiaría la carrera para siempre (de forma negativa): el 11 fortinero sufría una fractura en la cadera en la primer fecha del torneo, frente a San Lorenzo, donde también marcaría un gol. Una vez recuperado (resalto esa palabra, ya que como anteriormente dije, muchos ponen en duda su recuperación y piensan que su estado físico aun sigue deteriorado) de su lesión, Rolando disputaría un par de partidos por el torneo local, y por la Copa Libertadores (instancia en al cual alcanzó los cuartos de final, pero luego queda eliminado por el club Chivas de México).
Luego de un par de conflictos entre sus compañeros del plantel y su director técnico (al cual no quiero hacer ninguna mención por una cuestión de respeto hacia mi ídolo), Roly fue desplazado del equipo, y no disputó mas partidos. Su último gol con la camiseta de Vélez fue el 18 de marzo de 2006 frente a Colón, en el cual consiguió su última victoria.
Luego de su gran paso por el club de Liniers, Rolando fue a parar al Tigres de Monterrey, donde sus continuas lesiones y el mal desempeño del cuerpo técnico le dieron muy pocas posibilidades de actuar. Obviamente, no convertiría ningún gol, por falta de minutos en cancha. En este club solo duró 6 meses.
Después de su fugaz paso por los Tigres, el delantero desembocó en el equipo rival: Rayados de Monterrey (y acompaño en la delantera a su viejo amigo Leandro Gracián), donde nuevamente duró solamente 6 meses, y convirtió 1 solo gol (por cierto, muy polémico). Por decisión propia, el numero 10 del equipo mexicano, volvió en el año 2007 a Vélez para sorprender a la hinchada con sus goles, aunque por determinación del “Bigotón” Ricardo Lavolpe, no pudo formar parte del equipo que enfrentó el torneo local y la Copa Libertadores de ese año, dándole solamente la posibilidad de entrenar junto con el plantel profesional, hasta que consiguiera un nuevo club. Por fortuna para el Roly, el equipo de Daniel Pasarella (River Plate) andaba en busca de un 9 de área con sus cualidades, y fueron ellos quienes lo contrataron para esa temporada. Su paso por este club nuevamente fue muy fugaz (6 meses) plagado de lesiones.
En el equipo de Nuñez fue nuevamente desplazado por el técnico, quien solo lo puso en un par de partidos (1 de titular), para disputar torneo local y Copa Sudamericana (llegaría a semifinales y quedaría eliminado por Arsenal, quien sería el campeón de esa edición de la copa). En este equipo Roly anotó tan solo 2 goles: 1 en su debut, a los pocos minutos de haber ingresado al campo de juego, y sentenciando el empate en 2; y frente a Arsenal en la definición por penales por la Copa Sudamericana previamente nombrada. A causa de una deuda de dinero que el club de la banda debía al delantero, este debió abandonar la institución.
Luego de su paso por River, Roly fue contratado por el Barcelona de Ecuador (según el historial del club, fue la contratación más cara de la historia, llegó por 900.000 dólares), donde convirtió 15 goles (8 goles por partidos oficiales) y acompaño en el equipo a otro viejo amigo: Gastón Sessa. En este equipo, Rolando sufriría otro de los inconvenientes que le cambiarían la carrera de por vida (por el que nuevamente muchos hinchas de Vélez desconfían): desplazamiento de 2 vértebras de la columna. A raíz de esto debió ser intervenido quirúrgicamente, limitándole durante mucho tiempo su actividad futbolística.
A falta de minutos en el equipo (el último técnico, Benito Floro lo desplazó totalmente, sin darle siquiera un lugar en el banco de suplentes) y adeudándole una suma de dinero cercana a los 2.000.000 dólares y otra de 110.000 (que fueron pagadas muy recientemente por el club ecuatoriano) el delantero, de común acuerdo con la dirigencia, abandonó el club para volver a Vélez y cumplir su 6° ciclo.
Una vez arreglada su contratación, el Roly se convirtió en el primer refuerzo del equipo que supo coronarse último campeón de Argentina, y llega como reemplazo de Roberto Nanni. Llega para celebrar junto a la hinchada el centenario del club que lo vio crecer como persona y futbolísticamente desde muy pequeño. Promete muchos goles y aportar alegrías al club, ayudando a defender la corona de campeón, y aportando el máximo para obtener los próximos campeonatos internacionales a disputar, tales como la Copa Sudamericana 2009 y la Copa Libertadores 2010.
Creo sinceramente que aquellos que son apropiados para opinar sobre el juego de Roly somos los que hemos seguido su carrera a pesar del país donde jugara, ya sea México o Ecuador.
Dicen que “suerte” se les desea a los mediocres, por ende yo no le voy a desear suerte ni a mi equipo ni a Roly. Quiero finalizar deseándoles éxitos a Vélez Sarsfied en este semestre, que nos regale una nueva estrella para nuestro escudo, y a Rolando, en esta nueva etapa que le toca por afrontar (que esperemos que sea mejor que las vividas en los últimos 2 años, y vuelva a ser el mismo Rolando David Zárate que supo deslumbrarnos con sus goles y sus festejos de avioncito con la V azulada en el pecho).
Hecho por: Fede
