En un partido complicado, duro y áspero, El Fortín superó a Independiente por 2-1, con goles de Ugglesich (le habrá agarrado la fiebre goleadora?), Moreno y Fabianesi (otro que milagrosamente marcó) y Sergio, eh, Germán Denis para el visitante.
El partido comenzó con un Vélez adelantadísimo en el campo, presionando en el campo rival, y, fruto de esta presión, vino la primera jugada de peligro. Ocampo la tiró larga para hacer el autopase que, si bien no pudo completarse, fue productivo, porque el misionero la luchó hasta el final y logró un valioso córner. De este mismo córner vino el primer gol de Vélez: centro de Ocampo a la cabeza de Ugglesich que, muy solo, la puso en la ratonera, ahí abajo, donde los arqueros no llegan. Era el 1-0 a los 3 minutos y la gente de Vélez deliraba gracias al defensor que metió su segundo gol en Primera (segundo partido que marca consecutivamente en el Amalfitani, se hará costumbre?). A partir de ahí, el Rojo comenzó a triangular entre los hombres que tenía en su ofensiva, y lograba una muy buena combinación en ese doble enganche que formaron el Rolfi y Rodrigo Díaz (éste último complicó muchísimo a la última línea de Vélez). Eluchans tuvo una, entrando por izquierda, que Sessa tapó muy bien, pero la más clarita de todas fue un bombazo de Montenegro (luego de una jugada bárbara colectiva de Independiente) que nuevamente el Gato descolgó de un ángulo y demostró por qué tiene el apodo que tiene. Una vez pasado el aluvión colorado, se pensaba que volvería la tranquilidad, pero en medio de esta paz provisoria, una desconcentración en el fondo, con Broggi dejando una pelota corta para Sessa, podría haber significado el empate que no fue. Un ratito después de esta jugada, Moreno y Fabianesi, en una de las pocas pelotas que robó en el partido (de buena actuación) encabezó un contraataque fundamental, que derivó en el segundo gol de Vélez, luego de un centro preciso del Pichi a la cabeza del ex Colón. Vélez se ponía 2-0 y parecía que se venía la tranquilidad definitiva. Maurito tuvo una más que no pudo ser porque se fue muy abierta, y el Rojo, de la mano nuevamente del sacrificado Eluchans, podría haber descontado.
En el segundo tiempo, y a los 5 minutos de partido, Denis (que había ingresado por el colombiano Marín) luego de un centro a la cabeza del pibe Sosa, y en una desatención grosera del fondo velezano, puso el descuento. A partir de esto, y durante 5 minutos, Vélez no encontraba su lugar en la cancha. Los jugadores se cruzaban entre sí, y las falencias de Pellerano (que se demostraron durante todo el partido) como lateral derecho (Russo, no es Matthaus, no puede jugar de cualquier cosa) se acrecentaban, al mismo tiempo que la línea del medio se pegaba a la de fondo y se creaba un desorden generalizado. Pudo haber llegado al empate Independiente, luego de una muy buena jugada de Montenegro quien, de taco, se la dejó servida a un Denis cuyo remate tapó muy bien el Gato. Pasados estos 5 minutos, entre Ugglesich y Bustos Vélez logró mantener el peligro fuera del área (aunque sin jugar nada bien y defendiendo muy mal, vale aclarar). No pasó demasiado más que eso. Algunos golpes groseros de jugadores del Rojo que Favale decidió no ver y una jugada muy clarita que desperdició Moreno y Fabianesi.
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