
La realidad es que el triunfo ante los dirigidos por Ángel Labruna si bien provocó una alegría lógica en volver a ganar de local, dejó poquitas cosas:
1) Por un lado, volver a ver a un Ocampo en buena forma, dejando atrás algunos problemitas personales que lo mantenían adentro y afuera de las convocatorias durante todo el año. Ver a un chico surgido de las Inferiores Velezanas (pese a ser un crítico personalmente de las eternas promesas como P. Pérez, Batalla o el mismo Ocampo) superar problemas realmente graves y sobreponerse siempre causa alegría. Además redondeó un buen partido el tiempo que estuvo en cancha y abrió el marcador para el Fortín.
2) La merma en el rendimiento de algunos jugadores a la hora de enfrentar a equipos menores. Es increíble como algunos jugadores bajan su rendimiento a niveles impensados a la hora de jugar frente a conjuntos que no pelean por demasiadas cosas. El caso más claro, a mí entender, es del chico Cristaldo, que ante River y Boca le pone ganas, sacrificio y entrega, y a la hora de jugar frente a Colón, Gimnasia LP o Gimnasia de Jujuy desaparece. Para tener en cuenta esto en general.
3) Encontramos el castigo perfecto para esos nenes rebeldes que no se quieren ir a dormir o no nos toman la leche como deben: lo llevamos al Amalfitani y los obligamos a ver a nuestro lateral izquierdo suplente, Pablo Lima, durante más de 5 minutos. Si con eso no lo asustamos, muchachos, estamos liquidados. Yo realmente no sé si siempre fue tan malo (un tipo que no sabe correr y tener la pelota en los pies al mismo tiempo no puede jugar en Primera) o si ahora que tenemos a Papa con nivel de Selección es que nos damos cuenta. Sería interesante conocer quién fue el que lo recomendó. Y pensar que algunos lo querían como titular el campeonato pasado porque era "guapo"...
La verdad es que cada partido que pasa nos amargamos un poquito más al ver la tabla y ver la cantidad de oportunidades que desaprovechó Vélez para pelear seriamente el campeonato. Cada vez que tuvo que ponerse el traje de candidato y tuvo que ganar para serlo, no lo hizo. El tren pasó demasiadas veces y Vélez no supo aprovecharlo.
Falta poco para fin de año, y se comenta en los pasillos que va a empezar un ciclo nuevo, con algunas contrataciones "de jerarquía" (habrá que ver si cumplen) y con nuevos personajes. Ojalá logremos salir de la intrascendencia y volver a ser ese Vélez que estaba peleando ahí arriba hasta el final...