Los Pelados sean unidos, porque esa es la ley primera...

Se produjo la hazaña, el milagro, lo inesperado y lo increíble: Vélez volvió a ganar como visitante, derrotando en el Gigante de Arroyito al semi-descendido Central, por 2-0, con goles de los pelados del equipo: Lima (con un tiro libre precioso) y Ríos (luego de una jugada maradoneana pero sin los rivales). Era algo que Vélez necesitaba imperiosamente, luego de tantos rumores que circularon e ilusionaron a miles de hinchas fortineros, y que se fueron por la cañería. Ayer Vélez no jugó decididamente bien, pero ¿quién lo hace en este torneo tan irregular? Es cierto, uno no puede maquillar falencias propias comparándose con otros, pero la verdad es que en esta última etapa del campeonato, a Vélez le sirve sumar y sumar, más que jugar bien o "bonito". El campeonato ya se fue, pero también hay que pensar en la Sudamericana 08 y la Libertadores 09 (algunos pensarán "que bajo hemos caído" pero hay que hacerle frente a la realidad). Con este triunfo Lavolpe toma aire y...¿tomará algo más?.

El primer tiempo no fue bueno para Vélez, sin dudas. Empezó bastante tormentosa la tarde noche en Rosario, con un frentazo de Ledesma al minuto que podría haber cambiado la historia y dejar los ánimos fortineros por el piso. Gracias a Dios, el Barba (?) fue velezano por unos minutos, y también iluminó a Montoya para realizar una muy buena tapada consecuentemente a la jugada antes marcada. Fue un partido bastante trabado, luchado más que jugado, y lo cierto es que en Vélez no se vió una idea clara de juego, pero sí se vió actitud (que no es poco). Lo más importante en esa primera etapa fue el zurdazo de Lima, mágico (?) que le dió la victoria parcial a Vélez, pero lamentablemente, un minuto después, el árbitro inventó una supuesta agresión de Méndez a Díaz (que no existió) y el Fortín se quedó injustamente con uno menos. Todo cuesta arriba para un equipo que veía que la victoria ya no sería tan fácil...

En el segundo tiempo, si bien Central arremetía y apretaba, nunca tuvo claridad, y más allá de alguna jugada que tapó muy bien Montoya, Vélez tuvo la suerte de que enfrente había un ex jugador, dispuesto a hacerse odiar cada día más por su hinchada (y por el fútbol en general). Con gestos innecesarios, dejó a su equipo con 10, y luego Arzuaga, simulando (en Colombia capaz se lo cobraban) dejó a central con 9. Parecía todo más fácil, pero en la última jugada del partido, Bustamante, inteligentemente y en una acción propia de su coeficiente futbolístico (?) tocó la pelota con la mano en un claro penal que podría haberle quitado la chance al Fortín de llevarse su segunda victoria como visitante en este Torneo Apertura. Gracias a Dios, el árbitro no la vió, la jugada siguió, Alvarez en la mitad de la cancha pifió, y Ríos, haciendo una corrida maratónica, sentenció el 2-0.

Por fin. Ese fue el sentimiento predominante entre los hinchas velezanos: por fin ganamos de visitante. Ya parecían añejos los recuerdos de la última victoria en esta condición, y por suerte actualizamos el álbum (?). Ahora habrá que seguir siendo fuertes de local, y no perder puntos ante rivales menores como lo fueron Arsenal y Tigre. Vélez no estará para ser campeón, pero sí para cagarle la vida a los demás (?).