martes, mayo 27, 2008

Este Velez Se Copa?


Faltan solo 3 fechas para finalizar el campeonato, solo 3 partidos para finalizar la temporada 07/08, y con ello, entre otras cosas, se definen los equipos que jugaran la Copa Sudamericana en el segundo semestre del año. La única Copa que falta en las vitrinas del Club.
El DT de Velez, el sr. Tocalli, dijo a principios del año, cuando asumía en el club que el objetivo principal era ingresar a la Sudamericana (recordemos que para la Libertadores 09 se suman los puntos del torneo Apertura 08 también, por un tema de reestructuración). Faltando estas 3 fechas, por ahora se esta logrando el objetivo. Velez está clasificando en el último lugar disponible.
Esta Copa la juegan Boca y River por invitación, y luego clasifican los cuatro mejor de la tabla general, que hasta ahora son: Estudiantes(64pts), San Lorenzo(60pts), Independiente(56pts) y Velez(55pts). Atrás vienen AAAJ también con 55pts pero menor diferencia de gol, Banfield con 54pts y Lanús y Tigre con 53pts.
Desde los fríos números se puede decir que estamos peleando por el objetivo, un objetivo mediocre a mi entender, Velez tiene que aspirar a más, la clasificación a la Sudamericana debe ser el objetivo mínimo a lograr, no la máxima aspiración, eso es ser mediocre, a eso aspiran clubes chicos como los que nos siguen en la tabla.
Así y todo, Velez no está en una situación muy cómoda de cara a este objetivo. De estos últimos 9 puntos el equipo tendría que ganar 6 o 7 para entrar tranquilo, sino ya va a depender de los demás. Ginmasia en La Plata, Independiente (rival directo) en el Amalfitani y Huracán en la mas que complicada cancha de Argentinos son los rivales que quedan. Son partidos complicados pero ganables, quizás el más sencillo es el próximo, ante un equipo alicaído que viene cosechando muy pocos puntos, pero con este Velez nunca se sabe. Por lo pronto hay que ganar, si o si, para luego definir mano a mano con el rojo.
Yo personalmente quiero que Velez juegue las copas siempre, ese debe ser como dije antes, el objetivo mínimo a alcanzar.
Que tengamos o no plantel para afrontar una Copa Internacional es una discusión que dejo para más adelante, primero a clasificar....

lunes, mayo 26, 2008

El uno X uno de BV


Montoya: abajo de los tres palos no tuvo grandes problemas, pero saliendo sigue sin imponerse. Un arquero que salva goleadas, no gana partidos. La defensa no lo ayuda.

Díaz: buena marca y mejor salida ofensiva. Cuando se juntó con Ríos se vio lo mejor de él.

Ponce: arrancó muy flojo, con muchas dudas y probelmas en la marca de Boselli, pero después se ve acomodando y terminó con nivel medio.

Pellerano: lo mejor del fondo desde hace algunas fechas. Muy rápido para salir a cortar los pelotazos de Gracian. Su déficit está en las alturas.

Lima: hizo lo que sabe (sacar laterales, pasar al ataque y tirar pelotazos o tiros libres) y falló en lo que no (marcar).

Ríos: muy bien cuando juega con Díaz o con Cristaldo. Intentó aguantar la pelota después del 1-0, pero solo no puede.

Coronel: de flojo primer tiempo, con muchos pases para atras y errores. En la segunda mitad mejoró, pero necesitaría un doble 5... ah!...¿Zapata es doble 5?...

Zapata: para no desentonar, jugó como en todo el campeonato. No marcó casi nada, deambuló por la cancha. No es 5, no es volante, no es el Zapata de River.... el problema es saber que si es.

Escudero: no encontró la pelota en el primer tiempo, pero cuando la encontró hizo un golazo. Después del gol debería haberla aguantado con el toti, pero Tocalli le pide que sea el que corre los contragolpes... Necesita ser mas regular.

Guzmán: necesita rodaje y acostumbrarse. Necesita jugar en un equipo. El pibe al menos lo intenta. Le ganó una muy buena a Ibarra que casi termina en el 1-0.

Cristaldo: otro punto alto del equipo. Va a todas, juega con Ríos, juega con Escudero, juega con Díaz, alienta a la gente. En un equipo más aceitado, sería figura.

Sena: entró para hacer lo que más sabe (correr desde atras al rival) y lo hizo bien. Perdió ritmo. Puede dar más.

Coria: lo sacaron del freezer (tantas fechas sin estar convocado...) pero no le dieron un golpe de calor antes de entrar. Estuvo frio y no definió bien la más clara que tuvo, podría haber cerrado el partido. Todavía me acuerdo del baile en el festejo...

Ocampo: ¿entró?

Teléfono, Freud


Desilusiones al por mayor, y esperanzas escondidas, a la espera de un conjunto de reserva camuflado y sustancial. Marco extraordinario, impecable, espléndido. La vapuleada y perseverante pasión velezana, se hacía presente una vez más, en la casa de Don José Amalfitani, para estar junto al Fortín en uno de los partidos más trascendentes del campeonato. Peñas de todo el país, saludaban al equipo, mientras rogaban inconscientemente la devolución de una parte de lo que ellos ofrecen a diario, desde tan cerca y tan lejos.

No en el momento que quiso Favale, sino cuando lo dispuso la televisión, salieron Gracián y compañía. Diez minutos después de lo previsto, se fugó “Patadita” (el pibe de los jueguitos), y comenzó el juego. Trivial, intrascendente, aburrido. Más de lo mismo. Sin tanto. Haciendo primera con casi nada. Un diez y dos cincos. Línea de cuatro, y a volver a las fuentes. Futbolísticamente extraña la ausencia de Tobio, y lógicamente económica la entrada de Ponce. Guzmán compartía ganas e inexperiencia, mientras mostraba su capacidad para arreglárselas solo, no contra el mundo, sino frente a una brigada de suplentes, orgullosos de lucir su desagradable camiseta. Alguna que otra desfachatez de Cristaldo, y siempre dependiendo pura y exclusivamente de la magia de Escudero. Así jugaba Vélez. Amenazaba sin riesgo, y no lograba incomodar a los suplentes de Ischia. Coronel no trababa con fuerza, Ríos se exhibía de a ratos y Zapata continuaba sin justificar su contratación. Cada cual con su juego, en Liniers todos estudiaban la copa. La visita la Libertadores, Vélez la próxima Sudamericana, (CASLA ninguna) y ambos la simbólica Copa Italia.

Fin de la primera parte y entre otras cosas, la carta del Virrey en el programa de Fantino, los goles del “Turu” Flores y la entrevista a Chilavert, contribuían a colmar la paciencia de los fieles simpatizantes, ante un equipo que no hablaba, ni dentro, ni fuera de la cancha.

Segundo y último acto. Ahí mismo. En el arco que casi festeja frente a Central, y ante a los mismos colores. Tal vez, arrancando unos metros más adelante, y sin compartirla con nadie. El generoso Escudero, además de revelar públicamente, que más de uno conserva su trabajo gracias a sus individualidades; fue capaz de gambetear a media defensa rival para abrir el marcador.

A partir de ese momento, figurita repetida. Inocencia inmaculada dentro y fuera de la cancha. A jugar con Hugo. Volante por delantero, punta por punta, y Ocampo vaya uno a saber por qué y para qué. Todos quedaban invitados al domicilio de Montoya. Claro, la mayoría de los equipos, no tenía en sus planes, perdonarle la vida a Vélez. Así fue, entonces. Palo y a la bolsa. Mediante la fórmula del cabezazo, sin resistencia alguna. Con ustedes… Los únicos animales que tropiezan en una semana, dos veces con la misma piedra. Dignos de diván.

Si bien Pellerano levantando la Copa Italia tras un debilitado empate, tenía suficientes méritos; el párrafo aparte no podía dejar de ser para el Fair Play de los Tocalli Boys. Placa de Crónica. Más aún. Notición: Ni un solo amonestado. Realmente increíble. Es decir, no solo no se jugó, sino que tampoco se metió. Aterrorizado por la fiebre, más roja que amarilla; el Fortín eligió sacar la piernita, y cuidar a los jugadores visitantes, de cara al partido frente al Flu.

Pruebas mediante, se interpreta a la perfección por donde pasa el problema de Vélez. Sencillo: Por arriba. Los goles se los marcan de cabeza, el autoestima se cae, y la motivación desaparece. Al margen, (si de errores de arriba se trata la cuestión) se hace imposible aspirar al título, cuando los refuerzos de un equipo son un marcador de punta y un central, que para colmo, juegan tres partidos de diecinueve.

Así perdió Vélez. Perdón. Así empató el equipo del silencio. Un punto que no alcanza, dos que se van, y otro encuentro trascendental que rápidamente pasará al olvido. Tocalli solicita refuerzos, mientras lo poco que tiene, opta por no dar la cara ante su propio público. Se acerca Junio. Que vengan jugadores, pero por sobre todas las cosas, que el libro de pases traiga un psicólogo. Teléfono, Freud…

domingo, mayo 25, 2008

Qué lástima, che...


En la tarde del día de la fecha, el conjunto dirigido por Hugo Tocalli, Vélez Sarsfield, empató 1-1 con los comandados por el señor Carlos Ischia, Boca Juniors. En un partido por momentos muy abierto (más de lo que nos hubiese gustado) y por otros con los dientes apretados, el Fortín no supo mantener la diferencia que consiguió a través de una obra maestra del único diferente en el equipo, Damián Escudero (alguien que juega hacia adelante, con vértigo, y sin papi-fútbol (?)). Apenas marcó el gol, el equipo de Hugo Tocalli, en gran parte debido a un cambio que sintetizó su pensamiento futbolístico (salió Guzmán, delantero, y entró Sergio Sena...un jugador menos, pero, encima, defensivo) eligió refugiarse demasiado atrás, y rezarle a Dios para que los xeneixes no la emboquen. Es decir: pedimos a gritos que nos empaten. Y si lo pedís, lo tenés; después del millonésimo centro que cruzó el área velezana con Montoya mirando y con un cagazo tremendo de salir y quedar mal parado (como es usual) Viatri la encontró y la clavó en el ángulo. Ésta particularmente no fue culpa del arquero; todas las demás sí. En fin, en pocas palabras, Tocalli apostó a una línea de 4 en el fondo y otra de 5 en el medio, con Cristaldo (luego Coria) arriba y le salió mal. Pero no le salió mal porque "tuvo mala suerte" o porque "no ligamos": le salió mal porque, justamente, eligió ese camino. La gente pedía a gritos que entre Coria por Guzmán, para tener 3 tipos en ofensiva rápidos que podían generar una contra (Escudero, Cristaldo y Coria). A Tocalli le agarró un miedo tremendo a perder el partido y mandó al Toti Ríos de no se sabe qué, y atacamos con Cristaldo solo, solito, sin generar peligro.

Durante el partido, varias cosas se pudieron destacar:
* Zapata es un CÁNCER, y, como tal, debe ser erradicado. Jueguen conmigo: durante un partido entero, observenlo cuando no tiene la pelota, a ver donde se ubica. Les aseguro que nunca está siguiendo a un rival, siempre está "libre" y sin comprometerse con nadie. Para colmo, en el segundo tiempo ni siquiera tocó la pelota, y dejó a Coronel solo para la recuperación. Uno de los sueldos más caros del plantel, U$S 2.500.000 su pase...¿Gámez, lo vale?

* Ponce derrocha calidad cerrando y saliendo con la pelota a ras del piso, pero a veces exagera y se complica solo. La buena: terminó el partido sin molestias.

* Pellerano es un MURO: no perdió nunca con ningún jugador de Boca Juniors. Está volviendo a tener ese nivel que lo llevó a la Selección.

* Vélez no tuvo poderío ofensivo: Guzmán y Cristaldo están muy "tiernitos" como para jugar en Primera y se nota. Que se entienda: no se los critica a ellos, que recién empiezan, pero es la realidad. A intentar mecharlos un poco y no mandarlos al asador de una.

* Montoya...ay, Montoya, Montoya. Cada córner, tiro libre, o centro al área, es un sufrimiento velezano. No sale NUNCA a buscar la pelota, ni siquiera hace caso al famoso dicho futbolero "pelota en el área chica es del arquero". Para colmo, cuando los compañeros se la piden larga para bajarla, no puede sacar más lejos de la mitad de la cancha, y genera contragolpes del rival. Abajo de los 3 palos: un "mostro" pero...¿alcanza?

* Coronel tuvo una excelente labor, sobre todo en el segundo tiempo. Robó, se tiró al piso, se ensució y entregó la pelota limpia. Maxi, tomate un break tranquilo (?).

* Tocalli. En la columna de otro sitio muy conocido, expresé mi descontento con la actitud y la forma de ver el fútbol temerosa que tiene Hugo Tocalli. Hoy, más que nunca, lo sostengo: Tocalli es un CAGÓN. Prefiere hacer una campaña "buena" (entre los 6 o 7 primeros) y no comprometerse a intentar ganar el campeonato. Prefiere pasar desapercibido a salir a buscar los partidos y perderlos en el intento. Prefiere no sufrir empatando, que sufrir ganando. Yo, técnicos así, para mi Vélez, no quiero. Necesitamos técnicos que tengan hambre de gloria, que quieran ganar campeonatos, que quieran devolverle el puesto que supo tener Vélez en los últimos años (no tan últimos) de candidato. Quiero gente que motive a los jugadores, que no los "eduque": que los trate como jugadores profesionales de fútbol que son. Que los cague a gritos, que los insulte, que los enoje, para que éstos después le tapen la boca. Quiero un tipo con personalidad para mi Vélez. Hoy, no lo tengo...

En fin, se empató y tuvo sabor a derrota, porque quedaban menos de 10 minutos para el final del encuentro. Lo positivo es que por momentos se generaron situaciones de gol, y que Escudero sigue demostrando que, pese a jugar poquito, es DISTINTO. Lo negativo: el primer tiempo Boca, en un momento, nos pasó por arriba. Que no hayan marcado fue una anécdota. Por arriba somos un flan, y hay que mejorarlo.

Ahora queda ir a La Plata, a intentar aprovecharnos de un Lobo que dejó de serlo hace rato, y lograr un triunfo que nos ponga en la Sudamericana.

lunes, mayo 19, 2008

El silencio de los inocentes


Ver para creer. Incomodidades varias tratándose de un enfrentamiento de Primera División. Horario natural para el ascenso, en un marco reducido e inseguro, haciendo las veces de estadio, y recibiendo a una multitud velezana. Peor disposición por parte de Argentinos Juniors, aún extraño en su propiedad privada. Mísera y triste atención a propios y ajenos, evidenciando la mayúscula distancia entre un equipo y el otro. Lejos de ser clásico, pese a las ansias de algunos, orgullosos del absurdo show de luces y fuegos artificiales pasadas las dos de la tarde, acompañando la salida de un equipo de mitad de tabla para abajo.

Del otro lado Vélez Sársfield. Ciclotímico y soñador. Un conjunto sigiloso, e ingenuo, dentro y fuera de la cancha, repleto de susceptibilidades, pero por sobre todas las cosas, de altibajos. Si bien el Fortín de Tocalli había desperdiciado varias oportunidades, ganando reingresaba en la pelea.

“Los muditos”, curiosamente, saludaban a su público, y así arrancaba el partido. Dependiendo de la vehemencia de Damián Escudero, asociado a un Jonathan Cristaldo, que si jugaría todo el partido como los primeros quince minutos, estaríamos ante un soberbio jugador. Argentinos, hasta ahí. Especulación y negocio constante. Si bien no tomaba la iniciativa, tampoco desentonaba ante un rival tenue y predecible.

Veinte minutos, veinticinco como mucho. Eso fue todo. Desde ese momento, el local resurgió, haciéndose fuerte en su casa, y los propios fantasmas velezanos, junto al famoso miedo escénico, regresaron a Liniers antes de tiempo. Inocencia en su curso más puro. Bastaron las pocas veces que aterrizaron los de Gorosito en el arco de Montoya, para marcar esa diferencia. De actitud principalmente. Si, nuevamente de actitud. Dejando sola a una de las tantas torres que saturaban Paternal, y pecando de ingenuos e inofensivos. Así, Argentinos llegaba al gol. Las buenas actuaciones de Tobio y Pellerano, no alcanzaban en absoluto, para detener la iniciativa de Peñalba; el amor propio de los “Colorados”, y los centros al área del Fortín. El segundo gol, anecdótico e infantil. Entrando solo por el medio, ante una desmesurada pasividad de todo el equipo, en especial de Ocampo, quien había ingresado hacía unos minutos y ya no le daban las piernas.

Al margen la tarea de Juan Pablo Pompei. No se esperaba más. Si bien no fue totalmente categórico ni decisivo en el marcador, nunca castigó con la misma vara a los jugadores locales y a los visitantes. Generoso en expulsar a Uglessich y Bustos, sobre todo pensando en el próximo compromiso de Vélez. Lamentable, no haciendo lo propio con Álvaro Pereyra.

Dos goles, y dos expulsados. La guapeza semi profesional, parece no tener fin. Para muestra basta un botón. Zapata insultando al juez de línea al término de la primera parte. Bustos, confundiendo inteligencia con impotencia, y pegando en lugar de quitar. Díaz, asimilando los desaciertos de sus compañeros, y peleándose con Papa de Central, y Pereyra de Argentinos. Uglessich, a disgusto con el liderazgo otorgado por el entrenador, y no siendo capaz de revolear la pelota a Boyacá, pero si para hacer lo propio con la cinta de capitán.

En fin… El tren del campeonato ya no para en Liniers. La lógica práctica de entrar a las copas finalmente pudo más que el sueño de obtener un Torneo Clausura bastante devaluado, por cierto. A cuatro fechas del final, se terminó lo que se daba. La nafta que sobraba, ya no alcanza, o es utilizada en otros ámbitos. Que la inocencia te valga, Vélez. El silencio continúa…

Es una cuestión de actitud

Pasó otra fecha, pasó otro partido trascendente y se sumó una nueva derrota. Como ante River, Estudiantes, San Lorenzo y Racing, un nuevo partido complicado, esta vez no por el rival en si, sino porque Argentinos en su estadio se hace muy fuerte, sabe explotar al máximo sus armas y casi todos los equipos grandes dejan puntos en la Paternal. Y Velez volvió a caer, no es que no se pueda perder, de hecho como dije recién todos los equipos grandes (menos Independiente) dejaron puntos en su visita al Estadio Diego Maradona. El problema es otro, y es mucho más preocupante...
Este equipo volvió a caer en el peor pecado que puede tener un equipo en mi opinión y es en la falta de actitud, de amor propio, de vergüenza..... DE HUEVOS!!
No se puede concebir que un equipo cuando le hacen un gol se de por vencido, no trate de llegar al arco de enfrente como sea, aunque se equivoque el camino una y mil veces, que nadie tome la lanza y vaya para adelante. Argentinos hizo el gol y Velez no atacó nunca más, ni siquiera tiraron centros a la olla a ver si alguno de los dos delanteros en una de esas ganaba de arriba.
Y acá, en este punto, creo que la responsabilidad es del técnico. Tocalli es un formador de juveniles, de hecho en estos meses ha sacado más jugadores de inferiores que La Volpe en todo un año, pero no es un técnico con carácter, no es un motivador.
No les trasmite a los jugadores el fuego sagrado que debe tener un equipo con aspiraciones importantes, y eso en definitiva es el mayor déficit de este equipo. Más allá de toda limitación técnica que tengan estos jugadores, que dicho sea de paso no son menos que la mayoría de los planteles del fútbol argentino, el tema es que al menos algunos de dichos equipos compensan su falta de recursos técnicos con una actitud positiva y ganadora.
Como reza el titulo, el problema de este Velez es una cuestión de actitud.

domingo, mayo 18, 2008

Golpe a la ilusión: Argentinos 2 - Vélez 0


No es novedad que este Vélez tenga un andar casi ciclotímico, se podría decir: un día gana, el otro pierde, el otro vuelve a ganar, y el siguiente, vuelve a caer. Esto último fue lo que sucedió en el Diego A. Maradona, donde el conjunto local le ganó bien, sin hacer demasiado (más que en los últimos minutos, con dos jugadores más) a un Vélez totalmente desconocido. Bueno, no realmente desconocido, la misma versión del Fortín que hemos visto en otros partidos (CASLA, Newells, etc). No hay muchas explicaciones lógicas para explicar lo que fue el partido, más que algunas graves desatenciones en el fondo, más que nada en las pelotas paradas, ante un equipo que vive de ellas. Dejar cabeceando al segundo jugador más alto de Argentinos solo es, por lo menos, poco inteligente. A partir del gol, el partido se abrió y Argentinos estuvo más para golear, que Vélez para empatar. Y más allá de que un mal resultado lo puede tener cualquiera (al igual que un mal partido) ya es exacerbante la estupidez humana, que se refleja en algunos jugadores de Vélez, como Bustos y Ugglesich: en los momentos en que más necesita el equipo tener a todos sus soldados, y no contentos con no ser dotados técnicamente, le agregan el hacerse expulsar tontamente. Y acá me quiero plantar y sentar mi posición: Tocalli, en este sentido, no tiene personalidad. Aquellos que decían que sí la tenía por haber dejado a Lima en el banco por 2 fechas no entienden nada. ¿Cuando fue la última vez que a Vélez le expulsaron tantos jugadores en un solo torneo? Si no es un récord, le pega en el palo. Si el técnico realmente tuviese personalidad, los jugadores aprenderían de sus errores, y no tendrían que haber llegado a la cantidad de expulsados que tenemos actualmente. Hay que ser inteligentes, por dios. Sabemos que el sueño del campeonato (era) casi imposible, pero por lo menos pelear con dignidad y CON LOS 11. Sinceramente no encuentro explicación a tanta estupidez junta; basta verlo a Bustos, haciéndose el guapo con Peñalba, porque éste la pisó, en lugar de hacerse el guapo en el partido pero jugando, cortando, marcando y asfixiando al rival. No, señores, Bustos elige hacerse el guapo con Vélez en desventaja y él con amarilla. Eso no es ser guapo ni tener personalidad: eso es ser un tipo que no entiende de fútbol. Esto va más allá de un buen o mal arbitraje...

En fin, Vélez perdió, sin jugar bien, más que por algún intento de Escudero (somos totalmente Escudero-dependientes) y se alejó de la punta. Da bronca ver a equipos como Estudiantes, que hacen hazañas, y ver a los nuestros, que penan adentro de la cancha, rezando para ver si podemos ganar un partido (siempre y cuando la suerte esté de nuestro lado). Sin embargo, más allá de ellos, la gente siempre está, y ayer se notó. Las miles de almas fortineras que se acercaron al Diego Armando Maradona cantaron todo el partido, y le demostraron a AAAJ lo que es ser un verdadero club grande. Porque es la misma gente que, pese a haber sufrido el dolor de prácticamente dejar de pelear el campeonato, va a ir el domingo al Amalfitani, a dejar la vida (y la garganta) para ganarle al equipo de la Ribera. Porque Vélez es más grande que los jugadores de turno. Vélez es su gente.

PD: El nivel de Pellerano cada día es más grande aún.

viernes, mayo 16, 2008

Homenajes


Muchas veces se ha criticado a la Comisión Directiva velezana por diferentes razones, y entre una de las más pronunciadas, se encontraba el tema de la poca identificación con lo que quería realmente el público fortinero. Sin embargo, así como se la critica, también se la debe reconocer cuando las cosas se hacen realmente bien. Esto fue lo que pasó en este último tiempo, en que el pueblo fortinero se vió bastante golpeado por 2 fallecimientos particularmente: el de Jorge Guinzburg, y el de Emanuel Alvarez. Uno, periodista de aquéllos, fascinado por el club, e hincha a muerte del mismo. El otro, compartiendo este sentimiento velezano a ultranza, desde la popular local. Ambos se nos fueron en muy poquito tiempo, y esto caló hondo en la gente del Fortín. Sin embargo, y en un momento tan delicado, los dirigentes velezanos no se quedaron con los brazos cruzados, y en uno y otro caso aportaron su granito de arena para que ninguno de los dos sea olvidado fácilmente. En el caso de Jorgue Guinzburg, el sector destinado a la Prensa en el Estadio José Amalfitani fue inaugurado con su nombre, en homenaje a un tipo que siempre llevó la bandera de Vélez como estandarte. En el caso de Emanuel Álvarez, además de la preocupación y la atención que los dirigentes le dieron al caso (haciéndose cargo de los gastos del sepelio, investigando por su cuenta de donde salió el disparo, presionando a la policía para que actúen) en el día de ayer se le realizó una conmemoración a este genuino hincha de Vélez, denominando al codo de la popular local que linda con la plate Sur con su nombre "Emanuel Álvarez". Todo un gesto, que simboliza mucho más que un sector del estadio velezano. Simboliza ese sentimiento que tenemos muchos de que no nos vamos a olvidar de lo que pasó, que vamos a seguir luchando por Emanuel, y que vamos a hacer justicia.

Por eso, desde acá, la más sincera felicitación a los dirigentes del Club Atlético Vélez Sarsfield, que rindieron homenaje a 2 personajes del club que siempre van a quedar en el corazón fortinero.

jueves, mayo 15, 2008

A dedo, Pompei




La incoherente y razonable decisión, de suprimir el sorteo en lo que respecta a las designaciones de los árbitros, en el marco del fútbol argentino; aún proporciona ciertas sospechas. Como es habitual, cada siete días la Asociación del Fútbol Argentino, en complicidad con el Colegio de Árbitros, minutos antes de las veinte horas del martes, confirman, (vaya uno a saber a resultado de que) a los jueces encargados de impartir justicia en absolutamente todas las categorías.

Así fue, la última suerte de reunión, precedente a la décimo quinta fecha del Torneo Clausura 2008, dejó establecido al internacional Juan Pablo Pompei, para conciliar, el próximo sábado a partir de las 14:10 horas, Argentinos Juniors y Vélez Sársfield, en el estadio Diego Maradona.

El colegiado, nacido el 16 de setiembre de 1968 en Olavaria, provincia de Buenos Aires, se uniformará de negro, reiterando la labor del último enfrentamiento entre ambos equipos. Aquel encuentro, finalizó 3 a 0, a favor de los de Liniers, y goles fueron convertidos por Damián Escudero, Leonel Ríos, y Santiago Silva. El técnico fortinero en ese entonces era Ricardo La Volpe.

Si bien los antecedentes no son negativos, y la balanza en el historial, aún se inclina a favor de Vélez, varios hechos desgraciados pusieron al referí del S.A.D.R.A. (Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina) en el ojo de la tormenta.

La polémica expulsión del jugador de River Plate, Oscar Ahumada, frente a Tigre, hace algo menos de un mes, desató el caos, privándolo al volante de participar, entre otros compromisos, justamente del clásico ante Boca. Si bien las sanciones son siempre legitimadas por el Tribunal de Disciplina, Pompei en su descargo, fue el encargado de ratificar un supuesto insulto por parte del jugador, pese a no haber filmaciones que certificaran el hecho en cuestión.

Aquel costoso episodio le provocó al árbitro, el descenso de categoría, habiendo sido designado la fecha siguiente, para dirigir Talleres - Almirante Brown, correspondiente a la Primera B Nacional.

Vale aclarar que no era esa la primera vez que se lo cuestionaba a Pompei en AFA por sus fallos. Tras un polémico partido entre Arsenal y San Lorenzo de Almagro, el referí mantuvo una fuerte discusión con el juez de línea, Juan Carlos Rebollo, solicitando no compartir más la terna con su asistente.

Lo cierto es que al día de la fecha, Vélez posee tres jugadores al límite de tarjetas amarillas. Tanto Mariano Uglessich, como Pablo Lima, y Damián Escudero, acumulan cuatro amonestaciones, por lo tanto, en el caso de sumar una más, deberán pagar la sanción con un encuentro de suspensión. Casualidades del fútbol o no, indican que el próximo compromiso del equipo de Hugo Tocalli, es nada más y nada menos, que frente a Boca Juniors. Sin desconfiar de nadie, mejor prevenir que curar…

lunes, mayo 12, 2008

Nafta de sobra


Aquel dilatado trayecto, que empalmaba la imaginación con la realidad, no demoró en colapsar, ante esos incalculables anhelos velezanos. Embotellamiento de sueños, sobre la Avenida Juan B. Justo, mano a capital, de miles y miles de simpatizantes, en búsqueda de ese gran giro, que lo ubicase a Vélez en el podio de la prosperidad. Gargantas ásperas e intratables, de sábado por la noche; certificaban las aspiraciones de combatir el campeonato hasta las últimas consecuencias, minimizando el ingreso a las competencias internacionales. Algunos más reservados que otros. Hinchas y jugadores, todos a bordo de la misma ilusión.

Contradictorios paisajes florecieron, y no tanto, durante el largo recorrido de esta inagotable excursión. Mientras el invicto y la convicción, deliberaban las primeras vueltas, aquel infame peaje de los empates inadmisibles, detuvo la marcha del resguardado Fortín de Hugo Tocalli.

La meseta futbolística post Gimnasia de Jujuy, y el subsiguiente abismo a causa de los malos desenlaces, estancaron la fantasía, y no demoraron en fraccionar vilmente las aguas. Jugadores de un lado, hinchas del otro. Periodistas intermediarios, y una camiseta arrinconada, sin purgar, en alguna parte del intolerante camino.

De ese modo, transcurría el campeonato para Vélez. Un equipo timorato, obedeciendo sin ningún tipo de objeción, las órdenes de los más grandes. Con un cuerpo técnico vacilante, que no lograba descubrir a sus jugadores, ni en la estrategia, ni los nombres propios; y apenas le extirpaba puntos a los accesibles, sufriendo y sin convencer.

Sin embargo, desgraciadamente para muchos, la célebre y conocida mística velezana, no tenía en sus planes resbalar, y menos bajar los brazos. Si en el país de los ciegos, el tuerto es rey; Vélez, aplacadamente, podía pelear hasta el final, un certamen irregular y abandonado por muchos.

Dos victorias al hilo y un moderno deseo en marcha. Renovado, sólido, fortificado. Nunca taxi. Capacitado en todos los sentidos, para minimizar al problema central que procuraba invadirlo. Algo más de medio Rosario, aparecía sorpresivamente en el Teatro Colón del fútbol argentino, con el cruel y dañino objetivo de arrebatar los sueños locales, además de faltarle el respeto al himno nacional, justo en el día de su conmemoración.

El Fortín, con la escudería completa, y el “Pichi” como estandarte; tardó más de cuarenta y cinco minutos, en encender el piloto automático, y poner segunda. Si bien, el pálido arribo a boxes logró cambiarle la cara, la dirección no asistió demasiado. Fallas asociadas, sustituidas por nafta para regar Liniers y alrededores. Así ganó Vélez. Con un Gastón Díaz en su máxima expresión, y un Cristaldo intratable. De esa manera. Con litros y litros de combustible. Con valentía, sin jugar del todo bien. Así, llenó de sangre los motores, y acumuló tres puntos de oro, pensando en lo que viene. Sufriendo de a ratos, y lamentando la última jugada del diez, el broche de oro, que podía haber consagrado una exquisita noche, a tan solo cinco vueltas del final de la carrera.

domingo, mayo 11, 2008

Quedó prendido

Uno menos y quedan… Vélez volvió a ganar y se sumó (otra vez) al lote de los punteros del campeonato. Con 45 minutos de dudas e imprecisiones y 45 minutos de buen juego, el fortín venció a Rosario Central por 2 a 1. Volvió Papa.

El primer tiempo es para el olvido. No porque se haya jugado mal o nos hayan marcado algún gol, sino porque fue lisa y llanamente mediocre. Los primeros minutos fueron de Vélez, pero rápidamente Central tomo el control del partido y el fortín no era punzante con el único delantero en cancha, Santiago Silva.

Ya en el segundo periodo, las cosas iban a ser diferentes gracias al ingreso de Cristaldo por Coronel (el más flojo de la cancha, el 85% de sus pases fueron a para atrás). Con dos delanteros en cancha, sumados al buen juego de Ríos, Díaz y Escudero y a la conocida capacidad de marca que tiene Papa por su sector, Vélez planteó otro partido.

Escudero metió un pase a Silva, que dentro del área mandó un centro (buscapié) a Cristaldo, para que este la empuje sobre la línea. Gol y 1-0. Silva recibe la pelota en posición de número 5, le mete un pase en profundidad a Escudero, el pichi se enciende, acumula defensores y define. Era el 2-0 y a tirarse atrás. El gol de Central iba a aumentar el nerviosismo en el José Amalfitani y a mantener las expectativas hasta el minuto 49. Pero el partido fue para los locales.

Para analizar: tercer buen partido para Gastón Díaz (Lanús, Tigre y Central), segundo partido de buen rendimiento para Damián Escudero y bajo nivel de Coronel. Tocalli insiste en que el objetivo son las copas, pero ¿como decirle al hincha que no se ilusione?

Final a final, eran 6 y ahora son 5…

miércoles, mayo 07, 2008

Nuevo grupo de socios


Durante los últimos días, en el ambiente velezano anduvo dando vueltas la noticia de que se habría formado un nuevo grupo de socios, con fines concretos de ayudar a la Institución y cambiar aquellas cosas que no estuviesen del todo bien. Para ser más precisos, fuimos a las fuentes, y hablamos con la creadora del Grupo Fortineros Unidos, Emiliana Herrera, de 24 años, que nos contó lo siguiente:

Blog Vélez: ¿Cuando nace el grupo Fortineros Unidos?

Emiliana: El grupo nace el 31 de abril pasado, por iniciativa propia, y con la colaboración de varias personas que apoyan al proyecto.

BV: ¿Qué vendría a ser básicamente?

EH: Es un grupo que quiere cambiar ciertas cosas que no están bien llevadas en el club
y sería bueno que nos unamos para modificarlas y hacer un Vélez mejor.

BV: ¿El grupo apunta a algún fin político o por ahora es solo un movimiento de socios?

EH: El grupo no apunta a nada político, que tiene los objetivos anteriormente mencionados, y la idea sería reunirnos una vez por semana o cada 15 días para coordinar en que es lo que podemos ayudar al club.

BV: ¿Cuando es la primer reunión?

EH: Este sábado 10 de mayo a las 16 horas en la casa de la UNIDAD VELEZANA (en Alvarez jonte casi esquina Juan B. Justo, en frente de la puerta azul).

Si bien fue breve, la charla fue concisa y certera, demostrando que todavía hay gente que quiere ver a un Vélez mejor, más renovado, con ideas nuevas, y tiene ganas de apoyar al club que nos acompañó y nos acompañará a lo largo de todas nuestras vidas.

lunes, mayo 05, 2008

Muy bien diez


Domingo, casi Lunes. Demasiado tarde para el club romántico de la redonda, adaptado a ver a Vélez, con los ojos achinados, sin que la sombra consiga reproducirse por cuatro. Contradictoriamente, temprano aún. El cielo, fiel testigo del sueño de miles de fortineros, intrépidos, que no vacilaron un segundo, en desafiar el insolente acceso norte, y el absurdo horario nocturno, para arrimarse al Monumental de Victoria. Incoherentes decisiones, por parte de quienes embolsan sus haberes, a cambio de establecer los horarios de los partidos cuyo riesgo no es menor que el de un súper clásico.

Sin tiempo ni espacio para sospechas, Vélez gozaba de la obligación de pasar al frente. Tigre era uno de los exámenes más complejos para los alumnos de Tocalli. Con la obligación de revitalizar las bajas calificaciones obtenidas en los últimos llamados, promediado a la confusa nota de concepto de los hinchas, la V azulada pisó fuerte en el norte de Buenos Aires.

Alineaciones confirmadas, dictaba una suerte de lámina, tatuada bajo la platea local, en el sector elegido para los medios periodísticos. Sí, percibíamos bien. Creer o reventar. Línea de tres, made in México, desfigurada, como por arte de magia, en cinco, incorporando un par de contención. A priori, siete defensores, más un arquero se arrinconaban en el propio fortín.

Damián Escudero, delegado de su comisión, revelando una vez más, esa simpleza para hacer las cosas más delicadas, logró cargarse el equipo al hombro. Tardó, pero llegó, y todo lo que cuesta, dicen que vale doble. Gran ovación acorde al partido del diez. Casi sin pensarlo, ese puñado de fieles, tomaron la lícita decisión de borrar alguna que otra ausencia injustificada.

“El Pichi”, docente por naturaleza, fue capaz de exhibir su faceta más cautivadora, aprobando con amplios méritos, en cada una de sus intervenciones. Sin escoltas bien definidos, y con un Leonel Ríos, ausente por orden del rector; el abanderado velezano, despejó cada una de las dudas que rondaban por Liniers y alrededores.

Haciendo jugar a todo el equipo, y sorteando enemigos cuando la necesidad así lo imploraba, superó una dura prueba grupal. Copiándose de los que saben, y tratando de ayudar a sus “casi semejantes”, deleitó a propios y ajenos.

Carrera de grado, y decisión contra un palo mediante, apareció el gol. Se hizo esperar el broche de oro, que remató una ostentosa lección. No solo dio cátedra de su magistral definición, sino que le advirtió a sus compañeros en el festejo, que se puede celebrar un gol también, sin la necesidad imperiosa de desafiar a los propios hinchas, con expresiones fuera de lugar.

Párrafo aparte para Tobio y Pellerano. Inagotables por arriba como por abajo. Persistentes, laboriosos, activos, voluntariosos. Tal vez, junto a Gastón Díaz, de los mejores aciertos del cuerpo técnico, y si no hubiera sido por la exquisita atención de la prensa local, tranquilamente se hubieran apoderado de todas las distinciones de la noche.

Como si fuera poco, aquel abrazo, más profesional que altanero, por parte del plantel, en la mitad de la cancha, de cara a una vehemente tribuna visitante, evidenció que todavía la reconciliación es posible. Tal vez, Vélez haya desaprovechado gran parte de la cursada. Subestimó la teoría, resignando puntos contra rivales accesibles, sin menospreciar a uno de los peores Racing de la historia, y al simpático Arsenal de Alfaro. Borrón y cuenta nueva. El hincha dio el si. Los jugadores parecen asimilarlo. Que hablen, pero dentro de la cancha. Con ganar, alcanza y sobra.

Se acercan las fechas de los finales. Deambula el último trimestre, clave en época de definiciones, y la situación académica velezana es relativamente beneficiosa. Podría ser mejor, es cierto. Pero no lo es. Tal vez, conserve aún, varias asignaturas pendientes. Tiempo al tiempo. Hoy Vélez está muy cerca. Sin esa bendita beca sudamericana, que atesoran los de arriba, se encuentra tan solo a tres. Promocionando parciales, y reprobando finales. Venciendo a Tigre, y perdiendo con River, se permite soñar todavía. Que el equipo estudie, y se reincorpore Balvorin. Pasen de año, muchachos, que las copas se las tome otro. Un paso más, un paso menos. Sobresaliente. Muy bien diez…

Un triunfo sin peros


Por la tarde-noche del día de ayer, Vélez derrotó, por 2-0, a Tigre, con goles de Damián Escudero (llevaba una marca de 12 partidos sin convertir) y de Santiago Silva (goleador de Vélez en el campeonato) ambos en el segundo tiempo. En un partido bastante emocionante, no por lo bien jugado sino por los objetivos que estaban en disputa, el Fortín logró traerse un triunfo importantísimo de un reducto tan complicado como suele serlo Victoria para la mayoría de los equipos que han visitado ese estadio. Sin Ríos, muchos pensaban que a Vélez le iba a costar generar juego asociado, y si bien no fue un derroche de fútbol, bastó con que Escudero se iluminara 2 o 3 veces en el primer tiempo, y 1 en el segundo para ganar el partido. Después, el testazo de Silva, luego de una gran jugada de Díaz y una gran habilitación de Cristaldo, fue una anécdota. Fue un triunfo tranquilo, con jugadas de "casi gol" en ambos arcos, pero con sólo dos anotaciones. Eso sí, vale destacar lo siguiente: Vélez es otro cuando aparece el "Pichi" Escudero, el jugador más criticado de este último torneo. Le cambia la cara al equipo, de eso no quedan dudas.

Vélez jugó un primer tiempo a puro ritmo, pero intentando ordenar sus líneas lo más juntitas y prolijas posible, ya que el esquema de 3-4-1-2 que planteó Hugo Tocalli no estaba tremendamente aceitado, algo que se notó solo en los 10 primeros minutos, en los cuales Suárez lastimó mucho recibiendo y girando a las espaldas de Ugglesich. Más allá de este detalle, una vez que los jugadores de Vélez hicieron pie, Escudero lo tuvo un par de veces para desvirgarse del gol en este campeonato, pero en un mano a mano resolvió mal, y en el otro tapó espectacularmente Islas. De los 10 a los 25, el Fortín dominó el partido. Sin demasiadas situaciones, es cierto, pero sin sufrir atrás, cosa que vale y mucho en este momento de Vélez. A partir de los 30 Tigre empezó a dominar más la pelota, y tuvo 2 jugadas claves: bombazo de Paparatto, que sacó muy bien Montoya, y una jugada que de milagro no fue gol, con Ugglesich y Bustos tirándose a lo "sálvese quien pueda" para evitar el gol de Facundo Diz.

En el segundo tiempo, el equipo de Hugo Tocalli tuvo otra actitud, y pareciese ser que salió a "ver qué pasaba". Le dió terreno a Tigre, lo esperó pero sin abroquelarse atrás, y a raíz de esto, Tigre tuvo alguna situación de gol que podría haber cambiado el partido. Sin embargo, Vélez tenía su as en la manga: Damián Escudero. Sin brillo pero con mucha efectividad, en la primer pelota que tocó en el segundo tiempo recibió de Cabral y la mandó a guardar. 1-0 y delirio para el público velezano que se acercó hasta las frondosas tierras de Tigre para festejar un gol que puede significar la entrada a la Copa Sudamericana al final del campeonato. A partir de ahí, fue todo de Tigre. Dominó la pelota, tuvo empuje pero nunca inquietó realmente, salvo por una tremenda tapada (nuevamente) de Germán Montoya, a Suárez, quien le pateó desde el área chica. Y luego de que Damián Escudero dilapidara una situación clarita cuando eran 3 de Vélez y 2 de Tigre, vino el desahogo: Díaz se mandó (bien, pibe, ese es el 4 que necesitamos, el que llega al fondo) triangulo con Cristaldo, y del rebote de esa jugada, Jonathan metió el centro bárbaro para que Silva solo tuviera que poner la cabeza. 2-0 y partido liquidado. Para el final, luego de que Vélez la guardara en el córner varias veces, hubo una patada descalificadora de Román Martínez, quien fue expulsado.

Ganó Vélez, de visitante, y es noticia. Una grata noticia. Pero más grata aún sabiendo que el Pichi subió en su nivel y quiere volver a ser el que fue alguna vez. Quiere tener esa gambeta, ese arranque y ese dribbling endiablado que tenía al aparecer en la Primera División. El equipo jugó bien, mantuvo el resultado, no se desesperó, pero metió hasta el final. Este triunfo vale y mucho. Ahora, a seguir sumando que viene Central, y hay que ganar, sí o sí.