martes, junio 29, 2010

Mercado de pases re-re-reloaded (29/06/2010)


Ante todo, vamos a las novedades más importantes en cuanto a partidas:

1) El último 8. Finalmente, y como se estaba especulando, Nicolás Cabrera abandonó la Institución para sumarse a las filas de Independiente, a cambio de una deuda que el club mantenía con él, según informa el Sitio Oficial. Esto da lugar a múltiples especulaciones sobre todo al tema referido a no recibir dinero por su alejamiento, pero no justamente a si es correcta o no la partida, algo descontado por todos.

2) López platense. Mañana se estaría presentando a Hernan Rodrigo Lopez Mora en el club Estudiantes de La Plata, que partió de Vélez a cambio de U$S 750.000 y un monto perdonado de una deuda que el club mantenía con él. Era un ciclo cumplido y es lógico que se aleje. Ahora bien: ¿otro jugador más con deudas? ¿De qué magnitud son las deudas que se mantienen con el plantel? Falta un poco de precisión en la Comisión Directiva velezana...

En cuanto a los refuerzos, Gareca habló esta tarde y dijo lo siguiente:

* En estos momentos Vélez ha reducido su plantel y a partir de ahí se verá la posibilidad de venta y a partir de eso, vendrá algún jugador.

* Al margen de la Copa, Vélez ha hecho un gran esfuerzo para retener un gran plantel; después es un presupuesto importante y se necesitaba achicar el plantel. Ojo, pero sin desarmar. Vélez tiene un equipo muy competitivo así como está, con la posibilidad de que puedan llegar algunos jugadores.

* (Respecto a los actuales delanteros: Silva, Cristaldo, Martínez) Yo creo que Vélez se quedará ahí. Tenemos a Cristaldo, Silva y Martinez que necesitan tener una continuidad, más minutos como me lo manifestó la dirigencia. Yo lo veo bien, más el aporte de algún juvenil. Vélez es un club muy exigente y se necesitan pelear cosas muy importantes y estamos siendo observados ya que ninguno somos imprescindibles dentro del plantel. Es una resolución que creo acertada y vamos a presentar un equipo altamente competitivo. Estoy muy bien en Vélez y quiero terminar mi contrato de la mejor manera, disfrutando lo máximo que pueda porque uno nunca sabe cuándo es el momento de partir o de estar en una institución tan grande como Vélez. Yo le agradezco a todos los jugadores que están y han estado con nosotros porque nos han dado grandes satisfacciones desde todo punto de vista, se ha peleado todo lo que se ha jugado; pero el camino de cada uno continúa y nosotros estamos armando nuevamente un equipo muy competitivo.

* No va a venir cantidad, lo que yo quiero es calidad. Que el que se ponga la camiseta de Vélez sea reconocido por todos; y si no lo llega a ser tanto, que en el momento que se presente dentro del campo de juego sea del agrado de la gente y reconocida por el hincha de Vélez.

sábado, junio 26, 2010

Mercado de pases re-reloaded (26/04/2010)


DESVINCULACIONES

Durante el día viernes rescindieron sus vinculos con el Club Atlético Vélez Sarsfield los jugadores Carlos Soto, Emmanuel Fernandes Francou y el juvenil Pablo Despósito. De esta forma, estos tres jugadores finalizaron su contrato de común acuerdo con el club. El último que apague la luz...

jueves, junio 24, 2010

Mercado de pases reloaded (24/06/2010)


1) Arrivederci Torsi.
El defensor central Marco Torsiglieri fue presentado ya con la casaca del Sporting de Lisboa. La operación se realizó en la suma de 4 millones doscientos mil dólares, correspondiéndole también a Vélez el 10% de una futura venta.

2) El frío llegó a Cabral.
El volante de Vélez Sarsfield, Ariel Cabral, acordaría su pase a préstamo al Legia Warszawa de Polonia por un año por 150.000 dólares limpios para la institución y con una opción de compra de 2.000.000 de dólares. El jugador estaría viajando la semana próxima.

martes, junio 22, 2010

Mercado de pases

Dos novedades para el mismo día:

1) Se fue Velázquez. El "Bebu" pasó a préstamo a Newells Old Boys de Rosario, por un año sin cargo y con una opción de compra fijada en dos millones de dólares, por el 50%. Bien por los dirigentes que, tomando en cuenta casos como el de Coria, suben la opción. Mejor todavía para Leandro que tal vez pueda desplegar todo su fútbol con Sensini, algo que no pudo hacer del todo en Vélez (no por falta de oportunidades).

2) Se irá Torsiglieri. Marco Torsiglieri viajará mañana miércoles rumbo a Portugal para realizarse la revisión médica en el Sporting Lisboa, club que aceptó las condiciones de pago impuestas por Vélez. De superar estos detalles, el acuerdo entre clubes se cerraría el fin de semana. A mi entender, un gran desperdicio la venta de este jugador (seguramente motivada por su intención de emigrar a Europa, ya que se hizo en virtud de la famosa cláusula europea "de rescisión"). Vale aclarar ante posibles reclamos del hincha, que el valor de esta cláusula es proporcional al sueldo que recibe el jugador. Es decir, no se pueden poner cláusulas messianas (?) solo por gusto; para hacer esto, se le debe pagar una millonada al jugador. Una lástima, era el sucesor perfecto de Otamendi. Ahora tendremos que salir a buscar un central sin haber podido disfrutar de Marco.

martes, junio 08, 2010

2da visión semestral: Chau sueño, chau semestre


¿Cómo empezar a analizar un semestre en el que esperabas la gloria y terminaste en Devoto? Desde que se obtuvo el Clausura 2009 en la cabeza del hincha velezano sólo entraba una cosa, ganar la Copa Libertadores, aquella que se logró alzar allá por 1994 y que después siempre nos fue esquiva, y qué mejor que volver a la cima del continente en el año del centenario del Club.

Desde la caravana del 1ro de Enero de este año se bajó un solo mensaje, “este es el año en que Vélez vuelve a ser campeón de América”. La dirigencia hizo un esfuerzo económico enorme, de esos que un club como Vélez luego sufre, para mantener un grupo de jugadores que serían los encargados de hacer historia. Se conformó un plantel extenso, preparado para la doble competencia, que ya había hecho experiencia en la Copa Sudamericana 2009.

El primer partido de Vélez, contra Colón de local, sirve para graficar lo que fue el semestre del equipo de Liniers: un empate 1-1 contra el equipo suplente sabalero, que por esa época sabía a qué jugaba. Vélez por su parte mostró algo que lo iba a perseguir durante torneo y copa: posesión hartante de la pelota pero la incapacidad de hacer daño con la misma. Este partido también trajo la mejor noticia del semestre, consistente en que Silva seguía en el nivel que alcanzó en Banfield y lo demostraba marcando en su re-debut con la “V azulada”. Luego vinieron dos victorias por el torneo local, 3-0 a Arsenal en Sarandí (gran partido de Moralez y López) y 2-1 contra Gimnasia (ya con el equipo alternativo).

Llegó el debut copero, de local y contra el cuco del grupo, Cruzeiro, pero es difícil analizar un partido donde el visitante sale a pegar y no a jugar al fútbol. El equipo de Belo Horizonte se quedó con uno menos apenas empezado el partido, seguido del gol de Silva tras un centro exquisito de Cabrera (¿el único del semestre?). Cerca de los 25 minutos el equipo brasileño perdió otro jugador, 1-0 y 11 contra 9 el partido ya no era partido, pero Vélez tenía que estirar la diferencia, asegurar el encuentro y no supo hacerlo casi hasta el final del mismo. Toda una señal: a este equipo le cuesta muchísimo cerrar los partidos.

Estos mismos jugadores, los “titulares”, fueron a jugar contra San Lorenzo, y no jugaron a nada, en 90 minutos no se les cayó una idea. ¿Debieron haber ganado el partido? Seguramente sí, pero no por mérito propio sino por lo endeble del rival. Acá se empezó a evidenciar otro de los grandes problemas de este equipo. El doble 9, López y Silva, Silva y López. Nunca entendieron como complementarse, era común verlos superponiéndose en situaciones de ataque del equipo, uno ya empezaba a preguntarse si no era mejor que jugara Juan Manuel Martínez de entrada, sobre todo porque el “burrito” cada vez que ingresaba se mostraba desequilibrante y gracias a él el equipo tenía más ocasiones de gol. Él mismo fue el encargado de liderar al equipo alternativo en la que fue seguramente una de las mejores victorias en el torneo, 3-0 y baile (en el segundo tiempo) al “Rojo”. Martínez abrió el partido al final de la etapa inicial, y pidió titularidad en el “primer” equipo.


A partir de este partido y sacando la victoria como visitante por Copa ante el paupérrimo Deportivo Italia, el equipo y varias de sus individualidades entraron en un declive notorio. Domínguez, Papa, López, Somoza, ya no eran lo que supieron ser, y acá entra a jugar el técnico. Ricardo Gareca eligió mantenerlos en el equipo titular, cuando tenía en el “suplente” un Torsiglieri enorme, un Martínez encendidísimo y un Razzotti que (a pesar de no ser del gusto de quien escribe) demostró que ser el 5 de Vélez no le queda grande. Por supuesto que la decisión de Gareca es objetable, pero él habrá tenido sus razones para bancar a ese equipo, a esos jugadores, quizá esperando que se despierten y vuelvan a ser el equipo de 2009. “Morir con la de uno” le dicen, es muy común en el mundo futbolero.

Más allá del bajón y tras un baile en Belo Horizonte que este equipo nunca había recibido, Vélez ganó el grupo y le tocó en ¿suerte? jugar en los octavos de final contra las Chivas de Guadalajara, equipo que estaba totalmente disminuido, con 5 jugadores en la Selección Mexicana, 4 lesionados y Omar Bravo con problemas personales. Pero hasta ahí llegó mi amor, dijo doña Libertadores, en la que habrá sido la serie mas injusta de esta edición de la Copa, Vélez cayó 0-3 en el Jalisco. Algunos errores (segundo y tercer gol incluidos), hicieron que el panorama se ennegreciera totalmente y que para la revancha sólo quedara buscar la épica. Esa noche en Liniers hubo un solo equipo en la cancha, o mejor dicho, un equipo y el arquero del otro. Vélez, no jugando bien pero con una gran entrega por parte de sus jugadores (excepto Zapata) creó infinitas situaciones de gol, pero sólo convirtió 2 y eso fue el adiós. Chau sueño, chau semestre.

Después de lo acontecido durante esos 4 meses, ¿se puede juzgar como un fracaso la primera mitad del año? Quien acá escribe cree que sí, pese a la dureza de la palabra “fracaso”, eso es lo que sucedió: Vélez se planteó un objetivo y no lo consiguió. Obviamente que ganar la Copa no es fácil, pero la forma en que se perdió, en Octavos y contra los suplentes de un equipo mexicano, dan un marco de fracaso ineludible. El premio consuelo fue la clasificación a la Copa Sudamericana, entramos por la ventana y gracias a la ayuda de un hijo (teléfono, Rojo) pero es lo que hay. Ahora se viene el parate por el Mundial, hay casi 2 meses para que los dirigentes, Bassedas y Gareca se sienten y diagramen cómo se va a encarar el segundo semestre. Veremos quién se queda y quién se va, veremos si llega algún refuerzo (un 8 por el amor de Dios) y esperaremos el mes de Agosto, cuando podamos volver a ver a nuestro Vélez jugando otra vez, Copa y Campeonato. Tal vez y con la suerte que nos faltó en este primer semestre, veamos a Vélez campeón una vez más.

Hecho por: Martin Corrales

martes, junio 01, 2010


Qué difícil es resumir en un texto todos los sentimientos que vivimos los fortineros en lo que fue el primer semestre del año Centenario. Seis meses que comenzaron con la euforia y la alegría de saber que cumplimos cien años a pura pasión, que tuvo la ilusión de la Copa y que terminó tan triste. ¿Cómo explicar que aquello que parecía tan cercano, hoy por hoy esté tan lejos?

Empecemos por el principio, dice un conocido refrán, y esta no es la excepción. Esta experiencia hermosa que significa llegar a los cien años de vida empezó con la recordada Caravana por Rivadavia, hacia el “Teatro Colón de los Estadios Argentinos”. Una caminata emocionante que juntó a toda la familia, a todos los amigos y que tuvo momentos inolvidables, como aquel viejito en la ventana con su camiseta ya muy antigua, llorando y gritando por el Fortín, con los hinchas reconociendo su vigencia. Una caravana que se planeó desde hacía mucho tiempo y que terminó reuniendo a miles de almas fortineras en nuestro templo del fútbol: el José Amalfitani. A puro festejo, a pura familia.

En el comienzo de este año pasaban cosas como la duda sobre la continuidad de Silva en Vélez, las convocatorias de Razzotti, Cristaldo y Díaz (¡) a la Selección y la aparición de la nueva indumentaria. Empezábamos el torneo con un empate con sabor amargo pero después remontábamos con 3 victorias al hilo (una el debut ante Cruzeiro, por la Copa). Acá empezaba a tomar forma el sueño del campeonato local con los chicos y la Copa con los grandes. Pensamos que se podía. Y esto se reforzó con el baile ante el Rojo (con suplentes) y una nueva victoria en la Libertadores. Pero de repente nos fuimos desinflando en el torneo: algunos magros empates, la derrota con Argentinos y la gran performance en la Copa dejaron de lado cualquier ilusión local. Todo a la Copa, se dijo. La consecuencia: catarata de derrotas en el Clausura y concentración para lograr el pasaje a octavos. Y se vino Chivas. Momento doloroso en la ida con un resultado injusto pero categórico y una vuelta que quiso ser pero no fue. Afuera de la Copa y afuera del Torneo. Fin de la ilusión.

Ante este panorama tan crudo que reflejan los números no fue un buen semestre. Demasiadas ilusiones para tan poca realidad. Demasiados esfuerzos económicos en retener a un plantel que venía de engrosar los sueldos (recordemos que muchos renovaron entre mitad del año y pasado y principios de este, con lo que el campeonato ya obtenido significa a nivel monetario) pero que no supo, por diversas causas, traducirlo en rendimientos. Y si de rendimientos se habla, no podemos dejar pasar un síndrome de este Vélez del primer semestre en el 2010: el nivel de los jugadores y las decisiones de Gareca. Todo está relacionado. No escapa al conocimiento de nadie que en este semestre algunos jugadores tuvieron rendimientos bajísimos; es el caso de Domínguez (por respeto no se lo califica), Papa, Somoza, Zapata y López. Curiosamente, la mayoría de estos mismos jugadores (exceptuando a Somoza y a Lopez, que ya tenían contrato) fueron aquellos que renovaron sus vínculos con el Fortín. Acá es cuando aparece en juego Gareca quien, fiel a sus convicciones, mantuvo en la titularidad a aquellos que lograron junto a él el torneo Clausura 2009. En la jerga se conoce como el “morir con sus jugadores”. ¿Es respetable? Totalmente. En el fútbol nadie es sabio. ¿Es discutible? Absolutamente. El nivel de Torsiglieri (por citar un ejemplo) pedía pista ante el bajón grave de Domínguez, así como la calidad del Burrito Martínez le hacía fuerza a la pobre actualidad futbolística de López o los rendimientos del año anterior de Razzotti conspiraban contra el Somoza ídolo que tanta banca tenía en la hinchada (pensar que cuando pedí este enroque algunos no se mostraron tan cariñosos, y luego cambiaron su opinión). El “morir con la suya” significó para Gareca quedar afuera de todo.

Relacionado a esto último es la siguiente pregunta: ¿este semestre fue un fracaso? Comprendo y no soy ajeno al hecho de que la palabra “Fracaso” en innumerables ocasiones puede generar un rechazo instantáneo. Aquellas posturas de añejos hinchas velezanos que acusan a los más jóvenes (es mi caso, por qué no) de inconformistas, y sacan a relucir argumentos como “si querés salir campeón hacete de Boca o de River” (“Pepe” Amalfitani dixit) me atrevo a decir que confunden el meollo de la cuestión. Decir esas cosas sería analizar el contexto global del Fortín, los 100 años en su Centenario. Yo me remito puntualmente a este semestre: ¿qué objetivos tuvimos? La Copa Libertadores, principalmente. ¿Se logró? No. ¿Había material para hacerlo? Sí. ¿Hubo mala suerte? Sí. ¿Fue la causante de todo? Para nada. Es cierto que una gran cantidad de factores atentaron contra el sueño de la Libertadores en el Centenario (lesiones, jugadas desafortunadas, calendario apretado) como también es cierto que hay una responsabilidad tanto de jugadores como de Cuerpo Técnico y de Dirigentes. No soy juez como para andar dilucidando que grado de responsabilidad le corresponde a cada uno. Lo que sí me permito opinar es que la actuación de Vélez en este semestre, en términos puramente objetivos, fue decididamente un fracaso rotundo. El punto positivo lo logró la complicada clasificación a la Copa Sudamericana, esa que tan cerquita estuvo el año pasado.

Y luego del Mundial vendrá otra historia, tal vez con diferentes intérpretes. Las posibles ventas, préstamos, jugadores que se irán, otros que volverán o llegarán, y la continuidad del Tigre (ese Tigre que vino para ser campeón) en el banco será una realidad. Otro momento para ilusionarnos con un torneo local o, por qué no, con la única Copa que nos falta. ¿Quién nos quita la ilusión?