domingo, febrero 22, 2009

V de Victoria


Bajo una lluvia agobiante y un clima poco compatible con la época del año que actualmente tenemos, Vélez comenzó con un baldazo de agua fría como fue el gol de pelota parada del local, pero se recuperó y finalmente venció por 2-1 en Victoria al finalista del torneo pasado, el Tigre de Diego Cagna. Los goles los hicieron Ayala para Tigre, H. R. López de penal empató y el “BatiLarrivey, en su debut con la casaca velezana, decretó el triunfo. Sin haber jugado significativamente bien, pero sí superando a su rival en forma clara (como le sucedió en los dos partidos anteriores) el equipo de Ricardo Gareca logró un triunfo que le brinda tranquilidad para trabajar en la semana y un envión anímico importante que demuestra que haciendo bien las cosas, los triunfos llegan.

Vélez venía sin triunfos en este campeonato. Sin embargo, la forma en que comenzó el partido, mordiendo tobillos y apretando bien arriba al rival hacía pensar todo lo contrario. Salió como un equipo ganador, dispuesto a comerse al rival. Por esta misma razón sorprendió tanto esa jugada aislada de pelota parada que tuvo el local, en la cual la defensa velezana durmió y lo pagó caro, ya que Nestor Ayala puso el 1-0. Cuando mejor jugaba Vélez, Tigre convirtió. Sin bajar los brazos, el equipo de Gareca fue hacia adelante a puras ganas, y consiguió un penal dudoso pero penal sancionado al fin. El debutante, Joaquín Larrivey, atinó a pedírselo al uruguayo López (que, recordemos, había marrado uno ante Independiente) pero éste decidió patearlo él mismo. Se paró frente al arquero y la tribuna velezana y le dio al medio, no demasiado fuerte, pero con la fortuna de un arquero que fue hacia su costado derecho. ¿Fue un penal bien pateado? No, pero a quién le importaba a esa altura: lo importante es que Vélez lograba el empate y se iba al entretiempo más tranquilo.

En la segunda parte, se vió un Fortín decidido, recuperando esas ganas del inicio del encuentro, y llevándose por delante al rival. Y justamente por este entusiasmo es que llegó el segundo gol: luego de un centro pasado de Cabrera (de excelente partido), Zapata la fue a buscar, tocó corto con Ocampo, que se la dejó a E. Papa y éste metió un centro que Larrivey no pudo conectar. Sorpresivamente, Cabrera apareció por detrás, tiró un pelotazo fuerte al medio, que Castaño no pudo controlar, y el Bati mandó a guardar. Justicia en el resultado para un partido en el cual el que siempre quiso ganar el partido fue el visitante. A partir del segundo gol, Vélez se dedicó a manejar la pelota y hacerla circular, sin atacar demasiado, pero sin sufrir en el fondo, hasta el final del encuentro. Alegría para todos los hinchas velezanos que se acercaron al Monumental de Victoria.

Si uno tiene que hacer un balance general del encuentro, se pueden ver buenas actuaciones en algunos jugadores, y lo recurrente en otros. En cuanto al lado positivo del encuentro, se vió una muy buena tarea de:

S. Domínguez: definitivamente tienevoz de mando el ex Newells, que le brindó tranquilidad al debutante como titular Otamendi, y manejó los hilos de la defensa. Resta ver si tuvo alguna responsabilidad en la marca del gol de Tigre, pero más allá de esto, es notorio como soporta los embates del rival cuando su equipo está jugado en ataque.

N. Cabrera: volvimos a ver a ese Cabrera que gambeteaba y desbordaba, como al inicio del campeonato pasado. En este caso, lo volvió loco a Oviedo y se tiró a las espaldas de Arruabarrena para llegar hasta el fondo y tirar el centro. Muy buen partido del ex Gimnasia.

J. Larrivey: grata sorpresa se llevaron aquellos fortineros que nunca lo habían visto jugar. Además del buen manejo de pelota que tiene y la potente pegada que evidenció, el ex Huracán cumplió con aquello que declaró entre semana y fue puro sacrificio. Sin dudas, su mayor virtud es tener el arco entre ceja y ceja, como demostró en el segundo gol del partido para Vélez.

Centrándonos en la parte negativa del partido que disputó el Fortín, se ven pocos puntos flojos, pero constantes. Es el caso de dos jugadores que hasta ahora fueron titulares en los 3 partidos pero siguen sin justificar esta titularidad: Darío Ocampo y H. Rodrigo López. El misionero continúa llevando con hidalguía el mote de “eterna promesa”, porque amaga con actuar como un verdadero jugador de Primera, y resuelve las jugadas como el enganche de Deportivo Paraguayo. Sigue sin terminar una bien, y esto se nota. Ayer tenía la cancha rápida, justo para el tipo de juego que lleva a cabo, pero se resbalaba o perdía en el cuerpo a cuerpo con cuanto jugador de Tigre se le acercara. Personalmente, creo que es el hombre a salir con la vuelta de Maxi Moralez. El uruguayo, por su parte, pese a haber convertido (de penal, se recuerda) sigue deambulando por el campo de juego, y el hecho de estar un poquito en cada lado no lo exhime de ser inofensivo. Su única característica, hasta ahora, es recibir y tocar hacia atrás, algo totalmente inútil y sin sentido. No va al área, no cabecea, y tampoco arma juego. Otro que debería dejarle su lugar a un Cristaldo que entró con ganas, y tuvo una clarita que tapó muy bien Islas.

En términos generales Vélez jugó más ordenado que bien. No tuvo problemas para sostener el 2-1, y pudo remontar un resultado, como visitante, ante un equipo como Tigre. Hay detalles para pulir, como algunas desconcentraciones aisladas en la defensa, que hasta ahora, lamentablemente, pagamos con goles (ante Argentinos y ayer). Ojalá podamos ver más goles del jugador del Cagliari, Larrivey, y vuelva el fútbol de la mano de Maxi Moralez la semana que viene. Fuerza Fortín, que se puede…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jugó muy bien Zapata también.
HRL no jugó tan mal, fabricó espacios para Larrivey, algo hizo.
Ocampo fue de lo más flojo del equipo

David dijo...

Trato de seguir al equipo a todos lados y siempre estoy al tanto de los resultados y las novedades. La ultima final por la super copa no la pude ver en vivo y me la perdi porque ya tenia planeado Viajar a Patagonia con la familia para las vacaciones