lunes, junio 22, 2009

Sí se puede: Lanús 1 - Vélez 1


¡Qué hombría tiene este equipo, por Dios! Cuando muchos lo daban fuera del campeonato, sin chances, con un gol abajo (inmerecido, lo que hace más dramática la situación) con un jugador menos (mal expulsado) y la lesión de uno de sus delanteros (¡fuerza, Churry!) el conjunto de Ricardo Gareca volvió a pisar fuerte, esta vez en el Sur, y sacó adelante un partido, consiguiendo un empate valiosísimo ante Lanús, que lo deja con serias chances de poder campeonar en la última fecha...

Que este equipo tiene personalidad y cojones, de eso no hay dudas. Lo demostró en los peores momentos: con Colón (cuando todavía estaba por verse quienes iban a pelear el campeonato), con Racing (en el peor partido del equipo) y esta vez con Lanús, otro contrincante en esta pelea por el título. Vélez fue más que los dirigidos por el siempre humilde Zubeldía. 11 contra 11 lo maniató, lo apretó bien arriba y no lo dejó generar juego. El equipo local se tuvo que limitar a esperar alguna contra salvadora que llegó, casi sin querer, luego de un error de Maxi Moralez, y un segundo error en la misma jugada posteriormente de Gastón Díaz (más allá del desconcierto de la línea del fondo en general). Es sabido: Vélez casi no tiene errores en defensa por partido, pero esta vez nos tocó la más fea. Dos chances de Moralez y algún cabezazo de Otamendi no quisieron colaborar para ver un Vélez que mereció irse en ventaja.

En la segunda parte salió a relucir lo mejor de este Vélez. Al comienzo del segundo período, en una jugada intrascendente, Cubero fue a cubrir una pelota al lateral y, según el juez de línea, agredió con un codazo (se puso como loca el línea, empezó a mover los brazos cual gay friendly bailando "YMCA") a Velázquez. La pregunta es: si lo agredió, ¿cómo se mantuvo en pie? Se sabe que el Poroto no es un dulce, asi que uno asume que, de pegarle, todavía estaría buscando varios de los dientes que hubiese perdido. A partir de acá, el partido cambió rotundamente y recién en esta parte fue cuando Lanús empezó a justificar de a poco un triunfo totalmente inmerecido. Valeri tuvo varias chances, y Sand un mano a mano que tapó espectacularmente Montoya (recordemos que, como ante Gimnasia de Jujuy, volvió a ser arquero de equipo grande, teniendo pocas pero grandes intervenciones). Luego vendría la lesión de un Cristaldo abatido, entre lágrimas, que le dejó su lugar al Burrito Martínez. Párrafo aparte para este jugador: uno no sabe con qué se va a encontrar cada vez que entra. De titular nunca terminó de afirmarse, y de suplente literalmente la rompe cada vez que entra, marca diferencias. Según tengo entendido, la molestia ahora pasa por una pubialgia que lo tiene a maltraer y no lo deja jugar los 90 minutos, habrá que seguirlo. La cuestión es que con su entrada Vélez manejó más la pelota y, sobre todo, dosificó los ataques, haciendolos verdaderamente nutritivos y no estériles. Era sabido: Vélez iba a tener pocas chances en ataque con un hombre menos, y las tenía que exprimir al máximo. En esto fue vital Martínez, que es el jugador que más piensa en este plantel. Con un quiebre de cintura bastó para modificar el rumbo del partido. A partir del gol de López, Lanús se cayó a pedazos y Vélez estuvo a un pasito de ganar el encuentro. No se pudo, pero se logró un empate verdaderamente valioso.

Hay que destacar las actuaciones de Domínguez (llegó el partido en que Otamendi se equivocó en algunas, y ahí es cuando apareció la figura del ex Newells), el Chapa Zapata (caudillo del medio, se sacrificó hasta más no poder), Razzotti (otro que dejó el alma en la cancha) y en última instancia la cabeza fría de Rodrigo López para patear magistralmente el penal.

Pasó otro desafío, pasó otra prueba de carácter, y Vélez dió un nuevo paso en busca del tan ansiado título. Ahora todo depende de Vélez: es ganar o ganar. Ya no sirve hacer cuentas con otros equipos, no sirve amargarse por el triunfo de un rival o alegrarse con su derrota. Vélez depende de Vélez, y esto es lo que beneficia a un equipo que, en las más jodidas, sacó a relucir su amor propio. Que esta no sea la excepción, y que el Amalfitani estalle. Vamos que se puede...

2 comentarios:

Ignacio dijo...

Solamente paso un dia, y ya me vi casi todos los videos de viejos campeonatos.
Es muy jodido intentar distenderse un poco y pensar en otra cosa, porque estamos tan cerca, y aunque con un empate, quedamos afuera, ellos estan mas nerviosos que nosotros.
Hacen 36 años que no lo ganan; han perdido finales en el camino (ver 94), nosotros somos el equipo grande, y encima, somos locales.
Hay que tirarles la gente, la camiseta, los campeonatos encima.
Se puede? Si, totalmente se puede, es futbol. NO son un equipo imposible, perdieron contra boca, colon (de local!!), etc.
Hay que anular sus puntos fuertes, no dejarles tener las pelotas, ser EFECTIVOS (2 llegadas tienen que ser 2 goles), y quien te dice, capaz el 5 estamos dando otra vuelta.
Pero hay que mentalizarse para cualquier cosa; haber llegado a esta instancia es digno de aplauso, volvimos a dar pelea, a las copas.
Estos tiempos son buenos, pero presiento que lo mejor esta por venir.

VAMOS VELEZ!

Puercoespín dijo...

"YMCA..."

Muy bueno eso, 8!!!