domingo, diciembre 06, 2009

ALIMENTANDO EL SUEÑO: VÉLEZ 3 - RIVER 1

En un emotivo partido, Vélez Sarsfield se llevó el triunfo ante River Plate por 3-1, con goles de Moralez, López y Zárate para el Fortín, y Mauro Díaz para el equipo millonario. Con un amplio dominador durante todo el encuentro como lo fue el local, River solo se limitó a intentar salir rápido de contra y jugar al fulbito en el área de Vélez. Esto dio sus frutos en un inmerecido empate transitorio, cuando toda la defensa velezana quedó mal parada en una rápida contra del visitante. Sin embargo, Vélez se repuso al golpe y lo fue a ganar, consiguiendo los dos tantos sobre el final. Así, alimenta el sueño del bicampeonato…

Apenas terminado el encuentro, hay una pregunta que me da vueltas en la cabeza y la verdad es que no sé contestarla: ¿por qué el Fortín no liquida los partidos? Se sabe que la calidad individual de los jugadores propios era superior a la del rival, el juego también, entonces, cuando nos pusimos en ventaja: ¿por qué no buscar uno o dos goles más? Es una pregunta que el Tigre debería hacerse, para no terminar sufriendo cada partido. Hoy daba la sensación (como finalmente sucedió) que de apretar un poquito el acelerador, River iba a sufrir y mucho. Se sabe que tiene la peor dupla de backs centrales del campeonato, y hace agua en defensa a nivel general. Entonces, en lugar de arrinconarnos contra el propio arco y dejar manejarle la pelota a los chiquititos del millonario: ¿por qué no apostar a más? A replantearlo.

Más allá de este pequeño (gran) detalle, es loable destacar el buen nivel de Vélez a lo largo de casi todo el partido. Con una defensa que tuvo puntos muy altos (Domínguez sobre todo), un mediocampo que mordió mucho en el primer tiempo, con el abanderado del esfuerzo Zapata, que trabó incansablemente y fue la figura del partido, un Moralez desequilibrante como siempre (¡qué jugador!) y un Rodrigo López que, después de un buen primer tiempo, se despertó sobre el final y fue determinante para la victoria. ¿En el debe? La actuación de Leandro Caruso, una vez más, que de a poco nos obliga a olvidar rápidamente sus primeras buenas apariciones con la V Azulada, para reemplazarlas por las últimas, híbridas por donde se las mire. Es hora de jugar menos al fulbito y mirar más el arco rival.

En cuanto al Tigre, con Vélez en ventaja hizo un cambio que cambió la historia: por un lado, al sacar a Cubero, Vélez perdió mucha presencia sobre la derecha, y a Díaz le hacían el 1-2 constantemente. Por el otro, se ganó en profundidad, y justamente de la mano de Cabrera (la antítesis como volante por derecha de Cubero) vino el segundo gol, que comenzó a devolverle la victoria al Fortín. Nulo partido del Burrito Martínez, que parece estar sin ganas o mal físicamente, pero no desequilibra ni es productivo. Gran aparición del Roly, nueve de área por naturaleza.

Acaba de perder Newells, y solo resta ganar el jueves y esperar. Se sabe que es muy difícil y que las chances son remotas, pero como diría Kevin Johansen: “qué lindo que es soñar, soñar no cuesta nada…”.

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