Desconcierto general

Creo haber visto hoy, en el partido que acaba de finalizar entre Nacional de Montevideo y mi querido Vélez Sarsfield, un nuevo hito en la forma de entender al fútbol, tácticamente hablando. Nunca había visto, hasta hace unos minutos, a un equipo que jugase sin delanteros. Para potenciar esta novedad, la consigna del equipo (según lo que se vió y se plasmó en la cancha) era el pelotazo largo para un...para quién? Delanteros no habían, y lo que más se asemejaban a jugar en esta posición (que en realidad estaban parados de media puntas) eran Ocampo (1,63 metro) y Escudero (1.76 metro). Complicado para Vélez poder bajar alguna pelota contra defensores de 1.80 y pico.

Esa introducción intentó masomenos explicar lo que pasó esta noche en el estadio del Nacional. Se vió a un Fortín que comenzó el partido bien plantado, sin mucho poderío ofensivo (recordar que plantó un 4-4-1-1, que tenía como consigna convertirse en un 4-3-2-1 pero esto nunca sucedió) pero áspero y ordenado en el fondo. A Nacional, antes del gol (de pelota parada) le había costado mucho entrarle a Vélez, y por el lado velezano, los únicos que intentaban llevar peligro eran Ocampo y Balvorín (éste último muy solo, demasiado). Escudero estaba muy retrasado, jugando más como volante de ida y vuelta que como mediapunta, y Moreno intentaba ser el nexo entre la defensa y el ataque. Llegó el gol, y ahí fue otro partido, justo al final del primer tiempo.

Para el segundo tiempo, Lavolpe realizó 2 cambios; uno de ellos, de los más extraños en lo que va de su estadía en Vélez (similar al que realizó ante Arsenal, por el torneo local). Recordemos el resultado parcial: 1-0 abajo, con un Vélez que empatando tenía la clasificación, y que atacaba con un solo delantero. Resoluciones de Lavolpe: sacó a Pellerano (al parecer se lo vió un poco lastimado en el primer tiempo, pero el cambio aparentemente habría sido táctico) y puso a Papa (así soltaba a Escudero en el ataque) y decidió sacar a Gustavo Balvorín para poner a...no, no te equivocaste. No lo puso a Ereros (único delantero en el banco). Por el jujeño...entró Sena. Yo quiero a los jugadores de Vélez, yo estoy a favor de darle más chances a ellos que a "los de afuera"...pero Sena ya tuvo demasiadas. La cuestión es que acá el "Payasito" no tuvo nada que ver, sino que el cambio de por sí fue difícil de entender. Seguramente que yo sé menos de táctica que un tipo reconocido mundialmente y ex jugador de fútbol como lo es Ricardo Lavolpe, pero qué sentido tenía ponerse a jugar sin delanteros (improvisando a dos jugadores en ataque que nunca fueron y si Dios quiere no serán delanteros, Ocampo y Escudero) y para colmo, debido a la línea de 3, lo que debía ser "salir jugando" se convirtió en "sacarse la pelota de encima a los pelotazos"? Mucho realmente no entendí la modificación pero esperé a ver como se desarrollaba el partido. Mal que me pese a mí y a todos los fortineros, lo peor ocurrió: Vélez no cruzó la mitad de cancha en todo el segundo tiempo. No tuvo chances claras de gol ni arremetió peligro contra el arco del equipo uruguayo. En cambio, se convirtió en un "Tembleke" defensivamente hablando, y le permitió a Nacional manejar la pelota tranquilo, y aumentar a su vez el marcador.

Para el final, se produjeron un par de choques entre jugadores argentinos y uruguayos. Estos últimos, abusando de la ventaja en el partido, comenzaron a tocar displiscentemente la pelota, mostrándosela a los fortineros y generando la bronca en los mismos. Parece que se es guapo cuando se va 2 goles arriba. Moreno y Fabianesi demostró que todavía Vélez tiene gente con carácter y experiencia.

Vale decirlo: el partido se abrió para los uruguayos por una jugada que puede pasar en cualquier planteo táctico. Las pelotas paradas son un dolor de cabeza para cualquiera. El equipo había arrancado bien, mostrándose muy firme en el fondo, pero luego se desdibujó. Y esto no fue casualidad: está más que visto que la línea de 3 sigue sin sentarle bien a los jugadores velezanos. La reciben, levantan la cabeza, los vienen a apretar, y se la sacan de encima. Genera más riesgos que posibilidades de jugar por abajo. Para colmo, si el juego por abajo se convierte en pelotazo, sacar al único grandote que se tiene y dejar sin delanteros al equipo durante 25 min no parece ser lo más lógico (luego entró Ereros pero poco pudo hacer, ya que el resultado estaba 2-0).

No es el fin del mundo, no somos los peores, eso está claro. Por más que Closs y compañía se regocijen cada vez que a Vélez le va mal, hay que estar tranquilos. El equipo no tuvo ideas y no sintonizaron algunos jugadores (Ocampo con Escudero, por ejemplo; a éste último se lo vió medio ofuscado debido a la posición en la que estaba parado) pero sabemos la calidad que tienen. La lógica indica que Vélez tiene equipo y potencial como para derrotar a un Emelec ya fuera de la Copa, de local. Pero sabemos que la lógica con Lavolpe ha mermado (?). No se sabe como se va a parar el equipo, ni como va a ser el partido, pero por lo pronto, lo único que podemos hacer nosotros, los hinchas, es copar el Amalfitani y lograr la clasificación desde la tribuna.