martes, agosto 21, 2007

Que sí, que no, que caiga un chaparrón


Seguramente el nombre de Sebastián Peratta en los últimos 3 meses haya sido mencionado con la mayor asiduidad en diferentes programas deportivos (sean de TV o de radio) desde su aparición en el fútbol profesional. Que ataja el oriundo de Morón, que ataja el pibe Cacace, que viene Montoya; en fin, mucho misterio y muchos ir y venir de dichos del técnico, del arquero y de periodistas. En los últimos días, el malestar de Peratta también fue de público conocimiento a la hora de enfrentar a las cámaras o a los periodistas en general, que cuestionaban su titularidad. En una decisión a mi parecer equivocada, Sebastián habló de más luego del triunfo ante Colón, y a partir de ahí (aunque en realidad venía de muchos antes la cosa) un gran grupo de gente esperaba con ansias el primer error del zurdo para crucificarlo. Ante Olimpo no sufrió demasiado, y tapó un muy buen mano a mano, pero no mucho más que eso, pero ante Banfield, tuvo un error bastante importante y que devino en el gol del paraguayo Devaca, al no retener correctamente la pelota.

Siempre es entendible que desde algunos lados se lo vea a Peratta como un buen arquero, y desde otros digan que "no tiene la categoría para ser el arquero de Vélez"; al fin y al cabo, las opiniones diferentes muchas veces son las que permiten un crecimiento en cualquier ámbito de la vida. Pero me veo en la obligación de decir que la posición de muchos periodistas y también hinchas del Fortín fue bastante triste luego del error de Peratta. Estar esperando una equivocación de un jugador del equipo del cual uno es hincha, sea cual sea ese jugador, es triste, y en Vélez sabemos que pasa eso. Hay gente que esperó que a Papa le fuera mal; hay gente que espera que a Sena le vaya mal; finalmente, hubo gente que esperó hasta que a Peratta no le salieran bien las cosas, y ahí sí, salir a despotricar. Sinceramente, no entiendo esta postura. A uno puede gustarle como juega un jugador o no, pero denigrar a un tipo, o menospreciarlo como se ha hecho muchas veces por estar agradecido con la gente del club donde juega, o ser hincha del mismo, es cuanto menos ridículo. Muchas veces se suele escuchar, al nombrar a Peratta, la expresión de "yo soy hincha de Vélez y no juego, por qué va a jugar él"...Muchachos, si juega Peratta, es porque demostró, y a varios técnicos, que está capacitado, no porque "sea hincha de Vélez" (por más que lo sea o no, a esta altura, en un jugador de fútbol esto es indistinto). Y que esas mismas personas que caían en la crítica fácil aparezcan ahora que Peratta venía bien, y tuvo un error fatídico (que ayudó a que Banfield derrotara al Fortín, pero que teniendo en cuenta como jugó el equipo, también puede tomarse como "una jugada más") a criticarlo es rozar lo oportunista y lo demagogo. ¿Se sentirán mejor ahora que el ex Morón salió a asumir su error?¿Querrán condenarlo al banco por una equivocación?

Por otro lado, la presión que le propina Lavolpe a Sebastián no es para nada conveniente. Tener un técnico que un día te dice que sos el titular indiscutido, al otro te dice ante las cámaras "menos mal que no fuiste a patear el tiro libre", y al otro gestiona la llegada de un arquero que tuvo un gran nivel el campeonato pasado no es sano. Es presionarlo sin decirlo. Ricardo Lavolpe se ha caracterizado por "decir las cosas de frente"; en este caso, creo que se equivoca y mucho poniendole la presión extra de decir cosas como que "él tiene que demostrar que puede ser el arquero de Vélez, y bancarse la presión". ¿No sería mucho más fácil bancarlo en serio, sin ponerle presiones extras? Creo que acá el técnico está equivocado.

Personalmente, prefiero darle la posibilidad del error y seguir evaluando su laburo debajo de los tres palos, para luego hacer un análisis conveniente. Tres partidos no son parámetro de nada, más si en uno atajó muy bien, en el otro no tuvo incidencia, y al tercero tuvo un error.

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