domingo, septiembre 02, 2007

Los hijos de Lavolpe


En un partido sufrido por demás, hoy el Fortín derrotó, por 2-0 (goles de Zapata de tiro libre, y Silva de cabeza) al conjunto dirigido por Ramón Díaz, San Lorenzo de Almagro, en el Amalfitani. En un partido chato por donde se lo mire, donde el buen juego no apareció, el equipo de Ricardo Lavolpe supo concretar las situaciones que tuvo y también manejar el resultado. Alguna vez se le escuchó a Ramón Díaz decir: "a mí me gusta que me ganen jugando". Hoy Vélez lo hizo.

Salían los equipos a la cancha, y desde el vamos Vélez tenía un par de modificaciones peculiares. Por un lado, dejó la cancha Bustos (de malos desempeños anteriormente) y entró en su lugar (pero obviamente jugando de lateral-volante izquierdo) Gastón Montero, el pibe que había tenido un par de minutos al comienzo del campeonato, y que suele ser de la preferencia del Bigotón. También, vale aclarar que entró el uruguayo Silva (autor de uno de los goles) por el expulsado Balvorín, y salió, en un cambio táctico, Fernandez Francou, dejándole su lugar a Darío Ocampo. En el inicio del encuentro, lo cierto es que el partido distó bastante de ser atractivo para los numerosos hinchas velezanos que se hicieron sentir en la cabecera local, porque Vélez no arriesgaba. Al parecer, el Bigotón se tomó en serio el discurso de "no hace falta jugar lindo para ganar, que es lo importante" y buscó lograr una solidez defensiva, a raíz de los graves errores en ese sector del campo de juego ante Newells, el pasado miércoles. San Lorenzo, por su parte, hizo el juego que viene haciendo desde hace mucho tiempo y que le dió resultado el campeonato pasado: esperar y salir de contra. La cuestión es que ni uno ni el otro pudieron hacerse dueños de la pelota, y lo único que lograron (más allá de alguna jugada aislada de peligro de CASLA, con un tiro libre del Malevo en el palo) fue un dolor de ojos para los espectadores.

En el segundo tiempo ya, las cosas cambiaron, pero definitivamente no para mejor. El que empezó muy bien fue San Lorenzo, que arriesgó más y fue a buscar el partido, ante un tibio Vélez que esperaba. Pero como tanto lo sufrió alguna vez, esta vez al Fortín le dió resultado. Luego de varias situaciones de peligro de CASLA (sobre todo un tiro libre en el travesaño del "Chaco" Torres) llegó la alegría velezana: Zapata, desde la casa, metió un zurdazo bárbaro, que Orión miró como se metía lentamente en su valla. Pegaba en el momento justo Vélez, y lo sufría San Lorenzo, que no se pudo recuperar. Luego, mucho forcejeo, y Botinelli que abandonó el campo de juego expulsado. Sobre el final, el gol de palomita del uruguayo Silva para decorar el resultado y poner el 2-0.

Sentimiento encontrados nos embargan estas últimas semanas a los hinchas del Club más lindo de Argentina, ya que por un lado vemos como el equipo está peleando ahí arriba (en este preciso instante, es puntero) pero a su vez vemos que el juego de los dirigidos por Lavolpe no cierra del todo. Hay mucha imprecisión, mucha lucha, poco juego claro, y sobre todo, mucho pelotazo. Seguramente que ir mejorando y arreglando los errores durante los triunfos sea mucho menos traumático y más tranquilo que hacerlo con derrotas a cuestas, pero no deja de preocupar el nivel del equipo, que si bien hoy ganó, tranquilamente podría haber perdido o empatado. Vélez es una lotería, habrá que ver qué número sale...

2 comentarios:

Marco dijo...

La media del torneo es de juego chato. Es sorprendente lo de Zapata.

Rubén Levenberg dijo...

Jugamos muy mal. Si no fuera por el zapatazo de Zapata y la fuerza que pone Sena, era para ellos. Y Lavolpe que lo deja ahí a Mendez -que no sabe si la pelota es redonda- y lo saca a Montero.