Faltó el toque final

Vélez empató hoy por la noche un partido INCREÍBLE ante el tan vanagloriado por la prensa Tigre, que demostró que el prestigio y el respeto que se le tiene a Vélez (forjado desde la década del 90) sigue vigente. Es así, señores, los equipos siguen viniendo al Fortín a sacar un puntito. Lamentablemente, en los últimos partidos los rivales lo están logrando. Sin embargo, pese a no haber conseguido los 3 puntos, el conjunto de Liniers "limpió" un poco la imagen que venía dejando en los últimos partidos, y demostró que, cuando se quiere (y se pone) se puede. Cuando todos preveían un posible triunfo del equipo de Cagna, por el buen momento que estaba pasando, la victoria estuvo mucho más cerca del equipo de Lavolpe, al cual le faltó siempre la puntada final para cantar victoria.

Vélez salió a la cancha con una formación dentro de todo "lógica" (siempre y cuando nos situemos en la cabeza de Lavolpe) un 5-3-2 nato. Germán Montoya; Hernán Pellerano, Mariano Uglessich, Marcelo Bustamante y Pablo Lima; Leonel Ríos, Mario Méndez, Víctor Zapata y Maximiliano Bustos; Santiago Silva y Gustavo Balvorín. Esos eran los nombres.

Comienzo del encuentro, y si bien Vélez no tuvo grandes chances de gol, si manejó mejor la pelota y tenía "dominado" el encuentro. Sin embargo, la suerte, se sabe, no está del lado de Vélez en este semestre (será por algún mufa?) y a los 19, se cumplió, como siempre le pasa a Vélez, la ley del ex: Ereros aprovechó un estúpido rebote y puso el 1-0 (bien pibe, en Tigre corriste más que en toda tu vida en Vélez). Desconcierto y descontrol en las tribunas locales, que no entendían como, a partir del gol, Tigre podía manejar tan displiscentemente la pelota sin que ningún jugador fortinero amagara a generar una reacción. Cánticos de la hinchada en busca de dos objetos perdidos (?) hasta que parece que los encontraron, y el Fortín volvió a dominar el encuentro. Centro va, centro viene, corrida de Ríos por acá, por allá, y la pelota no quería entrar. Balvorín que en lugar de patear, enganchaba y enganchaba, y los defensores lo cerraban y lo cerraban (?). Clima adverso en el Amalfitani, hasta que en el último minuto de la primera etapa, centro desde la derecha para un Zapata sorprendemente solo en el primer palo: cabeza y adentro. Delirio en la tribuna velezana, que descargaba toda la bronca por el presente tan extraño que le toca vivir al club (futbolística e institucionalmente). Mención especial para la llegada del GRAN Carlos Bianchi, que fue recibido con una ovación tremenda, intentando que repiense su decisión y vuelva a dirigir al conjunto de la V Azulada. "Vení, vení, cantá conmigo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano, de Carlos Bianchi, todos la vuelta vamos a dar" fue el hit (?).

Comienzo del segundo tiempo, y con la gente todavía movilizada por la entrada del técnico más grande que tuvo la Institución, la bola volvía a rodar. Vélez salió mucho mejor en el segundo tiempo, plantándose más adelante en el mediocampo, y con un Bustos que subió el nivel notablemente. Sin embargo, en el mediocampo se veían varios huecos, más que nada debido a que el "Mencho" quedaba solo, y a sus costados no tenía a nadie (Zapata estaba más jugado en ataque, y los carrileros no se cerraban). Pese a esto, el Fortín iba e iba. Una y otra se sucedían las situaciones. Lo tuvo Balvorín, lo tuvo Silva, y la pelota no entraba. Despejes en la línea del arco de Tigre, y más despejes. No era el día del Fortín. En cuanto al área local, lo tuvo Tigre dos veces, pero en una Montoya y en otra Ugglesich, salvaron las papas. Vale aclarar la TREMENDA actuación que tuvo uno de los mejores defensores del campeonato argentino de Primera División: Hernán Pellerano. Si lo del "Fofi" no es para pedir un lugar en la Selección, no sé que se necesita entonces. Inexplicable (desde la tribuna por lo menos, probablemente haya tenido alguna molestia) su cambio, pero ovación al fin y al cabo. Vélez tuvo la del final, con un tiro libre justito para Zapata, que, si mal no recuerdo, pateó Lima, y retuvo el arquero. No iba más: Vélez había empatado.

Vélez está raro: se sabe que hay un técnico, se lo ratifica en su puesto, pero se le pone fecha de vencimiento para enero. Se sabe que se está gestionando por varios DTs, pero no se admite nada. Se sabe que el pueblo quiere a Bianchi, pero éste parecería ser que no vuelve "si está Gámez". En fin, no es un momento tranquilo el del Fortín, sin embargo, la imagen que dejó el equipo hoy mínimamente decora el presente futbolístico e institucional. Obviamente el triunfo hubiese sido lo ideal, pero se sabe que la suerte no acompaña al Bigotón, y parece que no lo hará nunca...

PD: Párrafo aparte para el gol que se comió Silva...mamita.