domingo, septiembre 20, 2009

Empate y nada más: Independiente 2 - Vélez 2


Extraño partido el que se dió en la noche de ayer, en el Sur, y que terminó en tablas entre el Independiente del Tolo Gallego y el Vélez de Ricardo Gareca. Y digo extraño porque en la primera parte se vió a un Independiente que, jugando colectivamente y no apostando a los grandes nombres, logró un caudal de juego que hasta este momento del campeonato no había conseguido. En el otro lado, Vélez se notaba abrumado por el despliegue de los de Avellaneda y Somoza, sobre todo Somoza, no hacía pie e iba para todos lados en lugar de controlar su lugar, la mitad de la cancha. No se sabía si faltaban piernas o si faltaba avisparse en el conjunto de Liniers. Para la segunda parte el partido cambió radicalmente con los goles tempraneros de López y Cristaldo (gran partido de ambos) y parecía cerrado, pero Independiente, tibiamente, con un gol de primer grado (la defensa pagó) le dió aire, para que luego, en otra jugada de pelota parada, Matheu estampara el 2-2. Empate y nada más.

A priori, podemos decir que, así como en el partido ante Boca se aplaudió la decisión de Gareca de volver a poner entre los titulares a Franco Razzotti (alguien que no había salido por bajo rendimiento sino por lesión, algo que hay que tener en cuenta) ahora, otra vez con el diario del lunes, decimos que debería haber apostado nuevamente el ex Sporting Cristal. Leandro Somoza no está jugando al nivel que supo demostrar cuando explotó en Vélez, allá por el 2005-2006, y se nota. No solo no puede generar juego desde el fondo sino que, y esto es lo más preocupante, no hace pie. Quiere ir a más lados de los que sus piernas le dejan, y termina siendo desordenado. De aquel Somoza que iba a cortar bien adelante y generaba contragolpes, pasamos a un Somoza falto de fútbol que queda mal parado, y deja a Zapata y a Cubero haciendo malabares en el fondo. Para colmo, con la presencia del León Zapata se anula en cuanto a la creación de juego se refiere, porque pierde protagonismo y deja de tener la pelota. Sin ensañarnos con un ídolo de Vélez, sí creo es el momento de privilegiar los rendimientos y no tanto los nombres. Se entiende que acá el DT lo quiere bancar a Leandro porque es un pibe que vuelve de una lesión y necesita tiempo, pero me parece que ahora, es más importante el bien común del equipo. Hay que marcar en el medio, y para eso, nadie mejor que Razzotti. Por otro lado, dentro de lo poco destacable que hubo de la primera parte, solo 3 jugadores de Vélez intentaron hacer todo como para generar una ventaja: Cristaldo, Maxi Moralez y López. Los 3, solitos y solos, de a poco, querían arrimarse y molestar a una defensa de Independiente que no era para nada sólida, pero no tuvieron acompañamiento de ningún volante casi (salvo Cubero en algunas apariciones). La defensa estuvo muy mal parada y sufría en cada pelotazo cruzado, algo extrañísimo en una pareja de backs centrales como Nico y Seba. El único que se salvó en ese sentido fue Gastón Díaz, que reapareció en buen nivel y colaboró mucho en defensa. La figura estelar del equipo fue sin dudas Germán Montoya, que se revolcó una y otra vez, para sacar una pelota más imposible que la otra. A tenerlo en cuenta, ya que muchas veces no es tan reconocido como debería serlo...

Para la segunda parte el partido cambió sorpresivamente en el inicio por los dos goles fortineros (López de penal y Cristaldo con una gran definición). En otro partido, Vélez lo hubiera cerrado tranquilamente, pero parece que no era el día del team de Gareca, que dejó al chiquitín Gómez hacer su juego él solo, y no marcó al único delantero de área que tenía el Rojo, Silvera (otra vez nos vacunó). Verde estuvo Vélez, que encima otra vez cometió un error garrafal (en este caso Domínguez) al quedarse habilitando a medio Independiente en la jugada del segundo gol. Sobre el final Vélez lo fue a buscar y lo pudo ganar con un mano a mano de Cristaldo, que terminó definiendo mal.

Hay que separar dos cosas que pasaron en este partido:
* Vélez no jugó bien y sufrió mucho. Sin embargo, esto trae a colación una virtud de este Vélez, que alguna vez enunciara Caruso Lombardi: "este equipo cuando juega bien gana, cuando juega masomenos empata, y cuando juega mal...empata". Es muy difícil ganarle al campeón, aún con las piernas cansadas luego del gran partido ante Boca, y se notó. Independiente podrá jugar 4 o 5 primeros tiempos como el de ayer, pero difícilmente pueda mantener esa regularidad. Vélez, en cambio, difícilmente juegue tan mal como lo hizo en la primera parte, más que en algún partido aislado.
* Los errores defensivos preocuparon. Ni Otamendi ni Domínguez pudieron encontrarle nunca la vuelta a Silvera, que es mañoso, pero que también tiene tintes de ex jugador. Para colmo, en la mitad de la cancha, como dijimos antes, nadie cortaba, y la zona gris entre los defensores y los volantes era un festín para Ignacio Piatti y Busse, que fueron y vinieron tirando centros como querían. Algo se va a tener que hacer en este sentido...

Pasó otro partido, y Vélez sigue invicto y en la lucha. Ahora se viene Unión Española, el miércoles 19.15 hs en el Amalfitani. Esperemos que volvamos a ver al Vélez que vimos ante Boca...

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