viernes, octubre 09, 2009

Sufriendo: Vélez 1 - Argentinos Jrs. 0




Partido chivo si los hay señores. Estos partidos son los que los equipos que no están preparados física/mentalmente para jugarlos, terminan perdiéndolos (recuerdos de un Vélez-Olimpo en el 2003 por citar un ejemplo). Pero éste Vélez, sin Otamendi, sin Domínguez, sin Ponce, sin Cubero, va y lo gana. Y quizás por la costumbre de este tan dulce momento que estamos viviendo, tendemos a relativizar victorias como ésta, esgrimiendo razones como ''no jugamos a nada''. Es verdad, Vélez no jugó un gran partido ni estuvo cerca de hacerlo. Pero nos enfrentábamos a un rival que llegaba al Amalfitani invicto, con tres victorias en su espalda y encima se predisponían a jugar el partido como un clásico (¿para ellos lo somos no?).

Y así fué. Mercier era el abanderado de un mediocampo que ahogaba los intentos de conexión del ataque de Vélez. Jugó un gran partido Prósperi y el equipo de Liniers no estaba cómodo en el partido. El trámite era parejo, pero contaba con una leve superioridad del bichito. Sus dificultades comenzaban en el ataque, ya que ni Hauche, ni Sosa, ni Raymonda podían quebrantar a la dupla de centrales: Torsiglieri-Tobio, que nuevamente se mostró en gran nivel y mantuvieron por segunda vez en igual cantidad de partidos jugados la valla invicta del fortín (el otro partido fue Gimnasia LP 0-1 Vélez). Por ese motivo, Argentinos no era lo suficientemente profundo que podría ser. Nosotros tampoco. Caruso estuvo lejos de ser el salvador de los últimos dos partidos, Moralez era más iniciativa que producto terminado y el único que podía (y pudo) establecer una diferencia era Cristaldo (¡como aguanta la pelota este muchacho!). Y lo logró aguantando una pelota en el borde del área y luego de dejar en el camino a su marcador, sacó un sablazo de zurda que se estrelló en el travesaño. ¿Y quién podía aparecer para empujarla?. Sí, nuestro querido rebotero (el enano hizo tres goles muy importantes entrando solo luego de un rebote: Vélez 2-1 Banfield, Vélez 1-0 Huracán y éste). La primera llegada al fondo de Vélez se terminaba traduciendo en gol. El segundo tiempo fue igual de principio a fin. Vélez agrupó sus líneas para resistir los embates de Argentinos, preparado para salir de contra con Moralez y Cristaldo (¡necesitamos alguna vez en la vida definir un partido de contra!). Debido a que Argentinos nunca pudo quebrar el muro defensivo fortinero y a los Gareca Boys les faltó audacia en los contrataques (salvo el penal no cobrado al churry) el partido terminó así: 1-0. Tres porotos (volvé Cubero!) y a la punta señores.

Vuelvo a repetir, era un partido chivísimo, había que ganarlo como sea y así fue. Ahora tenemos unas mini-vacaciones, las cuales era importante sobrellevarlas con una victoria a cuestas. Habrá que recuperar lesionados, descansar los músculos cansados y prepararnos con todo para la segunda mitad del semestre. Lo importante es que Vélez sigue dependiendo de Vélez para recibir el centenario con dos estrellas en el pecho de la V Azulada.

HECHO POR: LORD SHIRION

1 comentario:

Puercoespín dijo...

Totalmente de acuerdo. Y Pezzotta? El segundo tiempo cobraba todas para ellos!!!