Las incoherencias

Desde acá uno siempre intenta defender los intereses del Club (que también incluyen a su técnico) y lo peor que se puede hacer en los malos momentos es tirar "mala onda" (por no decir algo más) pero llaman poderosamente la atención día a día las conclusiones que da Ricardo Lavolpe a la prensa acerca del equipo. Uno no llega a entender del todo que parámetros toma el DT de nuestro querido Fortín a la hora de evaluar las condiciones del plantel que tiene. Un día nos dice que "los pibes no ganan campeonatos, sólo dan buenos espectáculos", y al fin de semana siguiente, nos desayunamos con que "hay plantel para ser campeón", cuando una semana antes, había pedido refuerzos para el final de temporada. Lo que se pide más que nada es mantender una coherencia: si hay que traer refuerzos, se van a traer (siempre y cuando sigan esta norma de la coherencia y la lógica, recordar que Vélez está bien económicamente, y para que siga así, no podemos comprar "a lo Boca" porque no tenemos sus ingresos) pero uno ve que en el Club hay jugadores jóvenes con condiciones. Cuando uno observa el porte de Cabral en la cancha, pidiéndola siempre, haciendo algún lujo ÚTIL (otros en la cancha lo hacen pero sin que sirva demasiado); cuando uno observa la capacidad de Coronel para hacerse amo y señor del mediocampo; cuando uno observa la gambeta furiosa de Ocampo; cuando uno ve el dribbling vertical de Escudero; en fin, son muchas cosas buenas que tiene Vélez. La realidad marca, sin embargo, que en cuanto a jugadores con carácter, experiencia, que griten, que manden y que ordenen al equipo en cancha (a la vez que le HABLEN al árbitro de turno, como tendría que haber pasado ante Boca) Vélez tiene un vacío importante. Los únicos jugadores con un poco de historia en el fútbol son Lucas (que cada día se parece más a Guillermo Barros Schelotto, por lo que habla y por lo que no juega) y Moreno (que está capacitado para ordenar por toda su trayectoria).

Sin dudas (a mi entender) que falta un volante central que les grite a los compañeros, que los cague a pedos si es necesario cuando se desordenan y que maneje los tiempos. En su momento tuvimos al Negro Gómez; luego, al mercenario Husaín; finalmente, lo tuvimos al gran Somoza. No estaría mal que en este intento por "romper el chanchito coherentemente" se traiga a un 5 de jerarquía (Bollati es un nombre caro pero con enorme presente/futuro). A su vez, no veo mal que se traiga a un central importante también, ya que el nivel de Pellegrino en los últimos días parecería ir en picada, y Pellerano no puede ser el típico "arregla cagadas" que alguna vez fue Fuentes.