Por la resurrección

Para algunos ya está: no hay vuelta que darle. La fase ya está terminada con los 3 goles de Boca y los inexistentes goles de visitante de Vélez (como hubiese servido aquella jugada de Castromán...). Para otros, la esperanza todavía brilla a lo lejos, la hazaña no es imposible y nunca está de más soñar. Es difícil: eso lo sabemos todos, pero va a haber que meterle mucho huevo desde la tribuna, haciendo sentir a los jugadores realmente LOCALES (ante una banda bostera disminuida) y casi que obligándolos (en el buen sentido) a ir hacia adelante. Luego, toda aquella cuestión de que "los jugadores no se sumen a la ansiedad de la hinchada" la manejarán ellos. De nosotros sólo depende alentar en un día como hoy.

A priori, Lavolpe habría decidido formar con el lejano 3-4-3 de los primeros partidos, este esquema que tan buen resultado dió ante Danubio (día en que Vélez marcó los 3 goles que, de hacerlo hoy, le significarían llegar a un desempate por penales). El equipo sería:

Peratta; Pellerano, Pellegrino, Bustamante; Mendez (u Ocampo) Moreno, Bustos, Escudero (más adelantado); Lucas, Balvorín y Mauro. Equipo ofensivo por donde se lo mire; ahora, la cuestión pasa por otro lado: con un esquema así, cuanto podrá aguantar Vélez las embestidas de Riquelme, Palacio y Nery Cardozo? Debo confesar que este aspecto del planteo me da cuanto menos temor, pero también sé que en estos casos no hay muchas alternativas visibles, y habrá que "hacer lo que se pueda" e intentar asfixiar al rival.

Vamos Vélez, "impossible is nothing" (?)