Una decepción más

Empezar el resumen sobre el partido hablando por enésima vez de la "gran irregularidad de Vélez" en el torneo creo que sería, en algún modo, repetitivo y también injusto. Así cuando Vélez le ganó a San Lorenzo, empató con Estudiantes, le ganó por 3-1 a Boca, y le ganó a Chicago nadie se quejó de esta irregularidad, al son de "ganamos los que teníamos que ganar" hoy día si trae sus consecuencias. Pero el empate de ayer estaba anunciado desde los 10 minutos del segundo tiempo, y se fue solidificando con algunas cosas que tiene este técnico y que tanto molestan (entre ellas, posibilidad nula de ver obviedades como que la banda derecha de Vélez fue un desastre todo el partido, gran parte debido a la inclusión de un jugador que hace RATO que en Vélez no puede jugar, y también un cambio hecho que modificó el transcurso definitivo del partido) y también, valga decirlo, de las lesiones que atormentaron a Vélez durante todo el segundo tiempo. Es muy complicado tener que hacer 2 cambios obligados por lesión, y encima que otro jugador tan importante como el arquero termine groggy el partido, tambaleándose. Pero más complicado es querer intentar entrar a una Copa con jugadores como SENA y PAPA. Como hacérselo entender a los Dirigentes y al Cuerpo Técnico: NINGUNO DE ESTOS DOS JUGADORES PUEDE JUGAR BAJO NINGÚN PUNTO DE VISTA EN VÉLEZ SARSFIELD. Después nos podremos poner a discutir si la línea de 5 con la que intentó Lavolpe nuevamente funcionó o no (para mí, y viendo los desbordes de Leto y Velázquez, no funcionó para nada), si el cambio de Balvorín estuvo bien (sacarle altura a un equipo que tiene todos petisos y ponerle a un petiso más bajo que todos juntos no es inteligente, sabiendo que te van a meter al Gordo para el segundo tiempo y te van a empezar a llenar de centros) o si Vélez se metió demasiado atrás (definitivamente). La cuestión acá pasa porque hay jugadores que nos están haciendo perder partidos y, ahora, posibilidades de entrar a las Copas, y eso no creo que sea coherente aceptarlo.

En cuanto al desarrollo del partido, Vélez empezó masomenos, hay que admitirlo: al Fortín le encontró entrar en el ritmo de juego (igual que ante Chicago). Pero nuevamente, con una pelota parada, Vélez pudo hacer la diferencia: Ugglesich que rescata la pelota, mete un mini-centro, y Balvorín que aparece por detrás de todos (bien Pellegrino que se queda quieto) y la emboca. Vélez no lo merecía (Lanús había tenido un par ya con ese tándem izquierdo maldito) pero estaba adentro de las Copas. A partir de acá, fue un partido peleado pero bien jugado, y el que probablemente haya jugado un poco mejor fue Vélez, de la mano de Cabral y Escudero. En el segundo tiempo, la historia fue diferente. Empezó todo muy duro, muy trabado, y de a poco, los jugadores fortineros parecían encontrar el fútbol que quería su técnico (por otra parte, ese fútbol que quiere es lateralizar y lateralizar indefinidamente). Todo "chiche bombón", hasta que primero viene la lesión de un tipo tan importante en la defensa como Pellerano: sin el jugador que arregla las cagadas que se manda Pellegrino, es muy complicado. Y así se demostró: por él ingresó uno de los tipos más nefastos para la historia de Vélez (sí, miren que también han pasado el Pícaro Fernández, Carucha Muller, De Souza, Flotta, etc) Emiliano Papa. Desde la popular se veía el miedo en la cara del muchacho, como cada vez que entra. Sin embargo, los velezanos nos propusimos a darle tiempo (aunque terminamos putéandolo igual). Para colmo, no contento con la mala suerte de Vélez, Lavolpe cometió el error que, a mí entender, tácticamente nos hizo perder el partido: a la cancha Ocampo (1.63) y afuera Balvorín (1.80). Tan fácil como comparar las alturas: Vélez no había definido el partido (pese a estar tocando bien la bocha) y sabía que, a raíz de esto, en el segundo tiempo se le iba a venir Lanús con centros y con Fabbiani en cancha. Entonces: con qué sentido sacar a uno de los jugadores altos del plantel que pudiesen haber servido para aguantar de arriba, y meter a un pibe que parece un muñequito de metegol últimamente? La agarra, la pisa, encara, se la sacan: la agarra, la pisa, encara, se la sacan. Sinceramente, no sé a quien me hace acordar (o sí, pero generaría mucha gente ofendida, así que mejor dejarlo pasar). Acá estuvo el punto de inflexión. Igualmente, la lesión posterior de Sena, si bien no fue una mala noticia por el nivel del jugador que suele tener (este partido no fue la excepción) sí lo iba a ser luego, cuando Vélez después de perder 3 chances netas de gol (2 de Sena y una de Papa) iba a perder (aunque no salió de la cancha) a su arquero, Seba Peratta. No hace falta explicar en qué estado se encontraba cuando, mediante una jugada con un par de rebotes, el Gordito rival (que nunca saldrá de otro lugar que no sea Lanús) la mandó a guardar.

Anduve leyendo hoy, tranquilo, los comentarios de Lavolpe y en muchos estoy de acuerdo: Graieb debería haberse ido expulsado (hasta Cabrero lo saca para que no lo echen, porque estaba jugando gratis), el árbitro inclinó la cancha durante todo el partido (el línea también) y finalmente el equipo entró en ese toqueteo estúpido sin profundidad, que evitó definir el partido cuando estaba para definirlo. Vélez durante todo el segundo tiempo le tiró pelotazos a un Mauro que nunca se vió en la necesidad "moral" (por así llamarla) de bajar a ayudar a sus compañeros, agarrando la pelota. Prefirió quedarse allá arriba, sólo, perdiendo y perdiendo con los defensores. Si hay algo que escuché en todo el segundo tiempo en la popular fortinera fue: "este partido es 1-1 clavado; no lo definimos y en los 45 nos embocan". Dicho y hecho: a veces la "sabiduría del tablón" puede más que las experiencias en Selecciones de muy buen nivel.

Habrá que esperar los resultados de la semana que viene, para ver si Vélez tiene la posibilidad de entrar alguna Copa o no, pero eso ya poco importa. Lo único que tiene que interesarle al Fortín hoy en día es tratar de buscar jugadores para el campeonato que viene que no sientan presión a la hora de jugar y puedan definir los partidos (Balvorín podía hacerlo, pero el técnico decidió meterse atrás).