lunes, septiembre 28, 2009

Deja vu: Vélez 2 - Huracán 0


Como hace muy poquito tiempo, con lluvia y con frío nuevamente, Vélez superó al equipo de Parque Patricios por 2-0, con un doblete de Cristaldo (el segundo de chilena) y dejó evidenciado una vez más la diferencia de jerarquías entre cada equipo. Mientras que de un lado hay una Institución seria, con valores, con interés por la vida social, con ganas de progresar día a día, del otro lado vemos a los vestigios de un club que supo ser respetable en algún momento, y que hoy por hoy sólo encuentra alegría descargando frustraciones con insultos. Ahí está la clave: Vélez no busca excusas. Una vez más, demostró por qué es lo que es...

En un primer tiempo sin demasiado control por parte de los jugadores velezanos, el Fortín logró abrir el marcador tempranamente, a los 8 minutos, con un bochazo bien largo de Germán Montoya, que cubrió muy bien la figura de la cancha (Jonathan Cristaldo) frente a E. Domínguez (qué jugador) y definió entre las piernas de Monzón. Huracán supo tener la pelota pero sin llegar a inquietar demasiado, mientras Vélez se replegaba demasiado y sufría algo que viene sufriendo desde hace rato: la presencia de Leandro Somoza como volante central. Si usted lee esto, probablemente tenga un primer sentimiento de indignación con estas palabras, pero hoy por hoy, Somoza está fuera de ritmo futbolístico. Que haya estado a punto de ser expulsado no es una casualidad o un mal partido: Leandro no tiene timming. Llega tarde a la mayoría de las pelotas y esto es, en gran manera, porque va hacia los costados desesperadamente, sin cubrir el sector central del mediocampo. Para colmo, al tirarse a los costados o hacia adelante y perder, deja mal parado a todo un equipo, con un Razzotti y un Zapata que no saben donde ubicarse. Esto se vió evidenciado en la segunda parte sobre todo, cuando cambió la disposición táctica. Uno no perdió la memoria y no olvidó lo que significa Leandro en Vélez, pero es hora de privilegiar el sistema y no los nombres.

En la segunda parte, Gareca ajustó algunas cositas: Razzotti pasó a jugar de 5 neto, como le gusta a él (levantando obviamente su nivel), Zapata a su lado, el Enano Moralez se la bancó todo el segundo tiempo jugando de volante por derecha, trabando y metiendo como loco (ver, entre otras, jugada previa al segundo gol) y, en una sabia decisión, el Tigre lo mandó a Somoza bien adelante, para que no interfiera en la recuperación (alternó buenas y malas en este sector del medio). Sin lugar a dudas, el gran acierto de Ricardo fue la inclusión de Leandro Caruso por Rodrigo López. El uruguayo había dejado poco y nada, y el ex Godoy Cruz cambió el partido. Aguantando la pelota con mucho oficio, limpiando jugadas y abriendo el juego, logró patear un poco el tablero y, con su desfachatez, casi hace un gol antológico, apilando rivales. Encima, Zapata y Razzotti crecieron muchísimo, y Vélez comenzó a hacer lo que mejor sabe: manejar la pelota. Esto último, sobre todo, fue en gran parte gracias a la brillante actuación del "Churry" Cristaldo. Poco quedó del pibe calentón, que se hacía expulsar tontamente ante Banfield o River, en lugar de pensar en jugar al fútbol. Hoy por hoy, se lo ve con mucho más oficio, levantando la cabeza (como él mismo dice) y pensando en grande. Define con derecha o con izquierda. Aguanta bien la pelota. Es bastane habilidoso. Pero ojo: a no subirse al caballito de la alegría. No sea cosa que lo llame el técnico de la Selección y lo devuelva desmoralizado...

Por último, quería dejar una reflexión especial para un personaje tan querido en Liniers:
Perdonelos, Cappa, no saben entenderlo. Usted tiene razón: Vélez abre un armario y se le caen los jugadores. ¿A quien se le ocurre que un club de fútbol argentino pueda apostar a las Inferiores en épocas complicadas, con dirigentes honestos, en lugar de robar lo poco que quede? ¿Como puede ser que teniendo una gran cantidad de jugadores surgidos de las entrañas de la Institución, encima jueguen bien al fútbol? Así no se puede, viejo. No se puede creer. ¿Cómo a la Institución seria, a la larga, le va a ir bien, y a los improvisados, a la corta, se les acaba la primavera? Pero bueno, Angel, lo importante, como usted siempre pregona desde hace tiempo, es el patrón de juego, las ideas, la forma de jugar. Los jugadores van y vienen, son lo de menos. Después de todo, usted hizo jugar bien a Arano...Ah, ¿ahora cambió la cosa? ¿Los jugadores sí importaban? Y bueno, después de todo la culpa es de los árbitros, que eligen hacerle favores a un club bien posicionado en la AFA, con dirigentes amigos de Grondona, en lugar de darle una mano al equipo del pueblo. ¡No se puede creer, viejo! En el segundo gol de Cristaldo hubo una clara infracción contra Monzón, ¿como no la vió Braz... digo Maglio? Ah, ¿no fue foul? Y bueno, viejo, que querés, Gareca es un antifulbo, los 10 jugadores atrás y pelotazos y pelotazos. ¿A quien se le puede ocurrir jugar a una cosa tan detestable como el pelotazo en una cancha mojada y ante defensores de la estirpe de Eduardo Domínguez o Paolo Goltz? Solo a un ignorante del fútbol, que no sabe leer hacia donde apunta este deporte. El futuro es el tiki tiki, de esa forma se llega lejos siempre...

jueves, septiembre 24, 2009

A puro corazón: Vélez 3 - Unión Española 2


¡Qué partido, Fortín! ¡Que alegría! Hacía rato que el conjunto velezano no realizaba una proeza como la del día miércoles, ante Unión Española, en la cual logró remontar un duro 1-2, jugnado decididamente mal y sin demasiadas salidas, para transformarlo en solo 2 minutos en un triunfo por 3-2 que va a quedar en la retina de los fortineros por mucho timpoe (ojalá hasta el final de este torneo). Los goles los convirtieron Ramírez y Estévez para los chilenos, y López, un defensor de la Unión e.c. (con ayuda de Caruso) y por último el eterno Roly Zárate.

Es cierto: Vélez no jugó bien. No tuvo ni solidez defensiva ni picardía en ataque. Exceptuando al arquero, en buen nivel en los últimos partidos, el resto del equipo, en su gran mayoría tuvo una tarea pobre: la pareja de centrales dejó más dudas que certezas (gracias Maradona por destruirlos), Papa está fulminado físicamente, Ponce de cuatro no rinde claramente, de los volantes se destacaron Zapata y Moralez por la entrega sobre los últimos 20 minutos especialmente (lo que cambió el Chapa) y en la delantera López y Cristaldo estuvieron bastante apagados. Por suerte, esta vez fue el turno para los recién llegados al club: Leandro Caruso y Rolando Zárate. El ex Godoy Cruz demostró tener una paciencia interesante para jugar la pelota en los momentos clave, y que no se mezcla con la desidia. Es inteligente para moverla, no la rifa y, sobre todo, tiene muchas ganas. En el partido incidió sobre todo en el segundo gol (la pelota que pega en el palo es de su autoría) y generando el foul del tercero. Finalmente pudimos ver en acción al grandote y parece estar dando resultado. Por el otro lado está el caso del Roly, que después de haber mostrado cositas interesantes en los amistosos de invierno, entró sediento de goles al partido y se pudo desquitar, luego de que le anulasen mal un gol por offside, con el tanto del triunfo, sobre el final. Lo que se dice un regreso soñado al Amalfitani, que vió como un hijo pródigo lograba la hazaña.

Atención, Tigre: el equipo no tuvo resto físico. Esto no se dice porque "jugó mal" simplemente o porque no manejó con criterio la pelota. Esto se ve claro que Vélez no gana más esas famosas "segundas pelotas" de una jugada, esas en las cuales hay que tener más reacción que velocidad. Se nota fatiga en los jugadores para ir a buscar los rebotes y esto preocupa. Papa no puede rendir 100% futbolísticamente si no lo está físicamente; como él, varios jugadores son predominantemente físicos y depende de él (Cubero, los centrales, Zapata, Cristaldo). Habrá que tener en cuenta el partido del domingo para pensar en rotación...

Otra cosa para destacar es la actuación de la gente en el resultado final: fue vital el apoyo del público fortinero para despertar a los dirigidos por Gareca y hacerlos reaccionar. Sin mucho fútbol, es cierto, pero con el amor propio que caracteriza a este grupo. ¿Errores táctico-futbolísticos? Sí, por doquier. ¿Falta de entrega? Nunca. Habrá que hacer mucho para corregir los errores que se vieron ante Independiente y Unión Española, pero este equipo es capaz. Ahora la obligación la tienen los trasandinos, habrá que ver si tienen la personalidad suficiente.

domingo, septiembre 20, 2009

Empate y nada más: Independiente 2 - Vélez 2


Extraño partido el que se dió en la noche de ayer, en el Sur, y que terminó en tablas entre el Independiente del Tolo Gallego y el Vélez de Ricardo Gareca. Y digo extraño porque en la primera parte se vió a un Independiente que, jugando colectivamente y no apostando a los grandes nombres, logró un caudal de juego que hasta este momento del campeonato no había conseguido. En el otro lado, Vélez se notaba abrumado por el despliegue de los de Avellaneda y Somoza, sobre todo Somoza, no hacía pie e iba para todos lados en lugar de controlar su lugar, la mitad de la cancha. No se sabía si faltaban piernas o si faltaba avisparse en el conjunto de Liniers. Para la segunda parte el partido cambió radicalmente con los goles tempraneros de López y Cristaldo (gran partido de ambos) y parecía cerrado, pero Independiente, tibiamente, con un gol de primer grado (la defensa pagó) le dió aire, para que luego, en otra jugada de pelota parada, Matheu estampara el 2-2. Empate y nada más.

A priori, podemos decir que, así como en el partido ante Boca se aplaudió la decisión de Gareca de volver a poner entre los titulares a Franco Razzotti (alguien que no había salido por bajo rendimiento sino por lesión, algo que hay que tener en cuenta) ahora, otra vez con el diario del lunes, decimos que debería haber apostado nuevamente el ex Sporting Cristal. Leandro Somoza no está jugando al nivel que supo demostrar cuando explotó en Vélez, allá por el 2005-2006, y se nota. No solo no puede generar juego desde el fondo sino que, y esto es lo más preocupante, no hace pie. Quiere ir a más lados de los que sus piernas le dejan, y termina siendo desordenado. De aquel Somoza que iba a cortar bien adelante y generaba contragolpes, pasamos a un Somoza falto de fútbol que queda mal parado, y deja a Zapata y a Cubero haciendo malabares en el fondo. Para colmo, con la presencia del León Zapata se anula en cuanto a la creación de juego se refiere, porque pierde protagonismo y deja de tener la pelota. Sin ensañarnos con un ídolo de Vélez, sí creo es el momento de privilegiar los rendimientos y no tanto los nombres. Se entiende que acá el DT lo quiere bancar a Leandro porque es un pibe que vuelve de una lesión y necesita tiempo, pero me parece que ahora, es más importante el bien común del equipo. Hay que marcar en el medio, y para eso, nadie mejor que Razzotti. Por otro lado, dentro de lo poco destacable que hubo de la primera parte, solo 3 jugadores de Vélez intentaron hacer todo como para generar una ventaja: Cristaldo, Maxi Moralez y López. Los 3, solitos y solos, de a poco, querían arrimarse y molestar a una defensa de Independiente que no era para nada sólida, pero no tuvieron acompañamiento de ningún volante casi (salvo Cubero en algunas apariciones). La defensa estuvo muy mal parada y sufría en cada pelotazo cruzado, algo extrañísimo en una pareja de backs centrales como Nico y Seba. El único que se salvó en ese sentido fue Gastón Díaz, que reapareció en buen nivel y colaboró mucho en defensa. La figura estelar del equipo fue sin dudas Germán Montoya, que se revolcó una y otra vez, para sacar una pelota más imposible que la otra. A tenerlo en cuenta, ya que muchas veces no es tan reconocido como debería serlo...

Para la segunda parte el partido cambió sorpresivamente en el inicio por los dos goles fortineros (López de penal y Cristaldo con una gran definición). En otro partido, Vélez lo hubiera cerrado tranquilamente, pero parece que no era el día del team de Gareca, que dejó al chiquitín Gómez hacer su juego él solo, y no marcó al único delantero de área que tenía el Rojo, Silvera (otra vez nos vacunó). Verde estuvo Vélez, que encima otra vez cometió un error garrafal (en este caso Domínguez) al quedarse habilitando a medio Independiente en la jugada del segundo gol. Sobre el final Vélez lo fue a buscar y lo pudo ganar con un mano a mano de Cristaldo, que terminó definiendo mal.

Hay que separar dos cosas que pasaron en este partido:
* Vélez no jugó bien y sufrió mucho. Sin embargo, esto trae a colación una virtud de este Vélez, que alguna vez enunciara Caruso Lombardi: "este equipo cuando juega bien gana, cuando juega masomenos empata, y cuando juega mal...empata". Es muy difícil ganarle al campeón, aún con las piernas cansadas luego del gran partido ante Boca, y se notó. Independiente podrá jugar 4 o 5 primeros tiempos como el de ayer, pero difícilmente pueda mantener esa regularidad. Vélez, en cambio, difícilmente juegue tan mal como lo hizo en la primera parte, más que en algún partido aislado.
* Los errores defensivos preocuparon. Ni Otamendi ni Domínguez pudieron encontrarle nunca la vuelta a Silvera, que es mañoso, pero que también tiene tintes de ex jugador. Para colmo, en la mitad de la cancha, como dijimos antes, nadie cortaba, y la zona gris entre los defensores y los volantes era un festín para Ignacio Piatti y Busse, que fueron y vinieron tirando centros como querían. Algo se va a tener que hacer en este sentido...

Pasó otro partido, y Vélez sigue invicto y en la lucha. Ahora se viene Unión Española, el miércoles 19.15 hs en el Amalfitani. Esperemos que volvamos a ver al Vélez que vimos ante Boca...

jueves, septiembre 17, 2009

Es un afano: Vélez 1 - Boca 0


Lo primero que se me viene a la cabeza después del triunfo categórico del Fortín por sobre nuestros pares xeneixes (algunos son pares, otros no tanto) por 1-0, con gol de Jonathan Cristaldo (verdugo de Boca: 3 goles en 5 partidos) son dos cosas: gracias viejo por hacerme de Vélez y un mensaje para el Poroto de este equipo; Fabián, sos Vélez. Con un equipo que demuestra partido a partido que cada día tiene más hambre de gloria y se siente capaz de lograr cosas importantes, y con un jugador emblema del club que en esta segunda etapa en el club hasta da asistencias y por momentos juega de enganche (si, no es chiste) es imposible no ilusionarse.

En la noche de ayer Boca sencillamente no existió. ¿A donde quedó ese equipo copero por excelencia que te pasaba por arriba y te arrinconaba contra tu arco en cualquier cancha? La explicación no hay que buscarla tanto en el equipo de Basile sino en el EQUIPO (con todas las letras) del Tigre Gareca: Vélez jugó un partido para la historia. Pocas veces se pudo ver una superioridad futbolística (más allá del resultado) del equipo de Liniers por sobre los de la Ribera. Por cada jugador de Boca habían 2 o 3 jugadores velezanos. Las divididas eran para el Fortín. Las chances de gol también. Y hay que destacar que tuvo a un Abbondanzieri inspirado (solo contra nosotros ataja este muchacho) porque sino la diferencia podría haber sido realmente justa. De un lado hubo un equipo con ganas de ganar el partido, y del otro un equipo que prefirió recular y no pasar verguenza, apelando al pelotazo para tomar aire (ni siquiera para atacar). Y si a esto le sumamos la tarea espectacular de jugadores como Papa, Razzotti y Cubero, más el aporte de genialidad del Enano, las cuentas dan redondas.

En cuanto al planteo táctico, el Tigre otra vez eligió bien los cambios. Desde el arranque a algunos sorprendió la salida de Leandro Somoza para devolverle el lugar al campeón del Torneo Clausura 2005 Franco Razzotti. Más que nada esto último porque el León venía lentamente subiendo su nivel, a medida que tenía minutos de fútbol. Hoy, con el diario del lunes, se puede decir que fue un gran acierto de Gareca. Franco no sólo recuperó como loco en la mitad de la cancha y presionó a Riquelme, hartándolo, incomodándolo, y dejándole algún regalito cada vez que el xeneixe soltaba la pelota, sino que también jugó y muy bien al fútbol, lujos incluidos, y con una gran visión para meter pelotas en cortada. Por otra parte, hay que destacar que el único déficit del Fortín vino, OTRA VEZ, de la mano de Waldo Ponce. Es sabido y se dijo acá: el chileno no puede jugar como lateral por la derecha. Lo desborda todo el mundo, y no para ni al 80 el muchacho. Es central por naturaleza y se nota. Se entiende que fue una emergencia, así que recemos por la recuperación de Gastón Díaz. Salvo ese lugar de la cancha, Vélez superó a Boca ampliamente. Fue importante la tarea de un arquero seguro, unos centrales que se volvieron a complementar bien (apareció nuevamente el Seba Domínguez para arreglar algunos errores pequeños de Nico, aunque tuvo su propia macana), un mediocampo que ganó todas las que peleó, y una delantera que se vió rejuvenecida por la tarea de Jonathan "Churry" Cristaldo. Más allá de la lamentable lesión del Burrito, será un buen momento para evaluar al de Lomas de Zamora desde el arranque. Por último, la tarea de Cubero: excepcional. Si no fue el mejor partido en su carrera, le pega en el palo. Como jugó, como ordenó, como metió, pero por sobre todo, ¡como manejó la pelota!. El Poroto demuestra cada vez más que no es necesario ser un talento puro para jugar bien al fútbol. Basta con tener experiencia, jerarquía y ubicación. Cubero no necesita separar los brazos cual morsa para ganar una pelota o para defender la posesión: ubica el cuerpo del modo necesario, ni un poquito más, ni un poquito menos. No se desespera cuando está cerca del área, sino que hace la menos pensada: se mete entre dos centrales y mete un pase Bochinesco. Y para hacerla completa, no se va sin antes dejar un regalito en alguna piernita ajena. Un ídolo de pura cepa.

Pasó un partido memorable y ahora ya hay que pensar en Independiente. Como dice el Tigre, este equipo está para pelear ambos frentes (si tenemos suerte y evitamos un gran caudal de lesiones). Calidad y ganas hay. Ojalá sigamos por la misma senda. ¡Gracias campeones!

PD: Mención aparte, hay que decirlo, para un cierto sector de la popular sobre todo: muchachos, si no vienen en todo el año y sí cuando jugamos con Boca, absténganse. Uno no se pone en la posición típica de "El Aguante" pero desde el minuto cero se escuchó a gente que nada entiende de fútbol criticando jugadores velezanos porque "no apuraban la jugada", desconociendo el modo de jugar que tiene este equipo y careciendo de todo concepto futbolístico. Hasta se escuchó algun insulto de esa típica persona que suele aparecer solo en las buenas, insulto que tuvo que acallar cuando las jugadas las resolvían favorablemente los jugadores velezanos. Otra vez: para malas vibras, abstenerse y quedarse en la casa.

sábado, septiembre 12, 2009

Con las ganas: Vélez 0 - CASLA 0


Así quedó Vélez cuando finalizó el encuentro de esta tarde, ante el conjunto de Diego Simeone, en el cual empatara con los de Boedo (¿o del Bajo Flores?¿o de Almagro?) sin poder convertir. En un partido trabado, con mucha fricción, Vélez pudo hilvanar un circuito de juego interesante en la primera parte, con el Enano Moralez como máximo estandarte de la bandera del buen juego, y Somoza, Zapata y el Burrito intentando engancharse. Sin embargo, en la segunda parte los titubeos en el sector derecho del equipo se convirtieron en un problema más grave, principalmente a partir de la salida de Coronel, dejando como ¿volante por derecha? al Burrito Martínez, y desprotegiendo al pobre Waldo Ponce al cual le hicieron el 1-2 todo el partido. Más allá del resultado, Vélez tuvo mala suerte, jugó mejor que su rival y mereció ganar. El campeón está intacto.

Había empezado bien el partido para el Fortín, que manejaba la pelota con tranquilidad, se amigaba con ella, la toqueteaba y si los caminos no eran del todo claros, volvía a empezar (más allá del fastidio de alguna gente en la popular que al parecer no suele venir muy seguido al Teatro Colón de los estadios argentinos). Vélez jugaba al ritmo que juega Vélez, y de vez en cuando su as de espadas, Moralez, mostraba algún cambio de ritmo. Y con este recurso es que Vélez tuvo una de las más claras de la primera parte, cuando abrió bien Coronel, Maxi trepó por izquierda y, con la opción de patear o darle el pase a López, se decidió por la primera, pegando la pelota en el travesaño y evitando así la apertura del marcador. Era un comienzo que ilusionaba. Y otra vez intentaba el Enano, esta vez por izquierda, metiendo un centro largo que Coronel no pudo plasmar en gol gracias a la salvada en la línea de un jugador azulgrana. San Lorenzo mostraba poco: intentaba tener orden y pegar la colita hacia atrás para no sufrir demasiado. Apenas algo de Romagnoli y de Menseguez. Sin embargo, ya en este período se veía el mayor déficit de Vélez: la parte derecha del equipo. Las ausencias de Gastón Díaz y Fabián Cubero se sintieron y mucho en el equipo del Tigre Gareca, que no supo resolver esta situación. Ponce aguantaba en el 1 a 1, pero al momento en que al Papu Gomez se le sumaba Aureliano Torres, ya la situación era incontrolable, más que nada porque Coronel nunca se encontró en la posición de "interior derecho" (diría algún español) esa que tan bien últimamente cumplía el Poroto. Se metía tan adentro, alimentado por su espíritu natural de volante central, que el carril derecho era un despiole. Para colmo, en el banco no habían variantes para corregir esta situación. Vélez estaba complicado por ese lado.

Para la segunda parte el Tigre dispuso que siguiesen los mismos que habían salido desde el arranque. Como en la primera parte, Vélez empezó mejor, intentando jugar siempre la pelota por el piso, y ya con mayor protagonismo de un Zapata que, sin jugar mal, ve afectado su juego por la reaparición de Somoza. Sabido es que, jugando al lado de Razzotti, el ex River se tomaba más libertades y era el que dictaba el juego en la zona media del Fortín, el que empezaba la jugada. Ahora, con Somoza ya recuperado, esta función se reparte entre los dos, y a veces se desperdicia un poco la pegada del Chapa. Más allá de esto, Vélez intentaba por ambos costados, aunque ya promediando la mitad, Papa se fundió físicamente y el juego se volcó hacia la derecha. Y hablando de derecha, henos aquí un cambio que modificó un poco el plan, a lo "matar o morir": afuera Coronel, adentro Cristaldo. El Burrito pasaba a jugar por la derecha, y Cristaldo bien de punta. Hay que dividir los resultados de este cambio en dos partes: en la faz ofensiva, le dió más picante a Vélez la entrada del Churry. Desde el lado defensivo y más táctico: Vélez perdió y mucho. Sin jugar bien, Coronel al menos hacía sombra en ese sector de la cancha, y poner a un Burrito que estaba ya sin fuerzas probablemente no haya sido lo más acertado. La cuestión es que aún con la posterior reaparición del ya recuperado Nicolás Cabrera Vélez siguió perdiendo ahí, más luego de expulsión de Ponce (iba a pasar y pasó). Sin resto físico como para cambiar ataque por ataque, Vélez aguantó los minutos finales en inferioridad de condiciones, y logró un empate que fue más que digno.

Son para destacar las actuaciones de los tan criticados por nuestra querida prensa deportiva Sebastián Domínguez y Nicolás Otamendi. El primero, porque luego de haber estado tan mal anímicamente a raíz de sus no muy buenas actuaciones con la celeste y blanca, se llenó de hombría y jugó un partido bárbaro, aún con la hinchada rival intentando amedrentarlo. Y el segundo, porque cada día demuestra que es más jugador. Sombrero por acá, doble amague por allá, el pibe es una fiera. No sólo que juega, sino que, cuando hace una de más y la pierde (es humano) enseguida va y la gana, sin peros. La actuación de hoy de Nicolás demostró que cuando un técnico no tiene el rumbo claro, muchas veces la pifia a la hora de decidir las salidas y entradas a un equipo nacional.

Pasó CASLA y fue empate. Por supuesto que el fortinero de alma quería ganar este partido para seguir ahí arriba, en la punta, pero a no desesperarse. Basta pensar que el partido en La Plata, por lógica, era empate y fue triunfo. Esta vez fue al revés: Vélez lo tuvo para ganar pero se terminó empatando. Lo importante es que Vélez sigue jugando a lo Vélez, y se le planta a cualquiera. Ahora a ponerle ganas para el encuentro ante CABJ...

domingo, septiembre 06, 2009

Poderoso el Chiquitín: Gimnasia LP 0 - Vélez 1


Señor lector, le advierto: esto NO es un deja vu. Si usted piensa que lo que va a leer a continuación en realidad es una situación vivida anteriormente, quédese tranquilo: no está loco. Lo que provoca el equipo de Ricardo Gareca cuando sale a jugar al campo de juego es siempre el mismo sentimiento: para ganarnos, van a tener que matarnos. Y ese tipo de sentimiento en los que visten la gloriosa V azulada hizo, por ejemplo, que el pasado viernes Vélez haya derrotado por 1-0 a Gimnasia, en La Plata, sin jugar del todo bien (una cancha muy embarrada) y contra un rival necesitado. Jugando bien, jugando masomenos, jugando mal: el equipo de Gareca responde.

La cita, a priori, no era fácil. En el Bosque, sin 4 jugadores titulares, 3 de ellos en la defensa (Domínguez, Otamendi, Papa) y uno siendo el goleador del equipo (el "Yaya" López). Sabido es que una de las características más distintivas del equipo de Liniers es su solidez, y en los pronósticos, Vélez iba a sufrir la carencia de sus jugadores clave. Para colmo, si luego Gastón Díaz sufría una lesión que lo iba a sacar de la cancha, dejando así a una defensa totalmente improvisada (Cubero se movió al lateral, como hace rato no lo hacía) la situación era muy complicada. Sin embargo, este equipo ha dado muestra de que cuanto más difícil está la cosa, más entrega tiene, y más respuestas da. Por eso no se rindió y, pese a no tener el funcionamiento estético que a muchos le gusta, peleó el partido, sin dar una pelota por perdida. Tuvo sus chances en el primer tiempo, con un par de Cristaldo, que no llegaron a destino. Gimnasia luego manejó un poco más la pelota y tuvo alguna posibilidad. En la segunda parte, si bien el visitante manejó más la pelota, esto no se tradujo en hacerlo "mejor". Y justamente por esto es que a Vélez, sin desplegar un fútbol extraordinario, le bastó con estar atento sobre el final del encuentro y disfrutar de la genialidad en envase pequeño, Maxi Moralez. Otra vez el santafesino volvió a ser clave en el triunfo del Fortín, por su movilidad, sus ganas, y sobre todo, su talento. ¡A pegarle más de afuera que sabés, Frasquito!.

Se logró el triunfo en La Plata, como hacía rato no se lograba, y una vez más, Vélez sigue invicto, con un solo gol en contra, y con cinco a favor. Con cambio de alineación, y hasta con cambio de esquema (el equipo jugó 3-4-3 al salir Díaz, con la entrada de Zárate). Algunos eruditos del fútbol dicen que los equipos se acostumbran a ganar. Parece que los de Gareca se lo tomaron muy en serio...

Posta Posta: Gimnasia LP 0 - Vélez 1

(Hacer click sobre la imagen para ampliar)
Por: Puercoespin
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Por: Puercoespin

Goles: Gimnasia LP 0 - Vélez 1

jueves, septiembre 03, 2009

A lo campeón: Vélez 3 - Arsenal 1


Después de haber triunfado en la primera fecha en un partido que no terminó de convencer del todo a los fortineros más que nada en cuanto al funcionamiento del equipo, Vélez se despachó a su segunda víctima en el campeonato, esta vez Arsenal, y lo superó por 3-1, con goles de Otamendi (lo único que le faltaba), López y Moralez, y el descuento para el 2-1 parcial de Cristian Alvarez, luego de un penal inexistente.

Sin derrochar talento sobre el verde césped, pero sí jugando a lo campeón, otra vez más el Fortín dió muestras de saber como ganar un partido. La ecuación es simple: aguantar en los momentos en que el rival está mejor, reagruparse, amigarse con la pelota (ahí es cuando empieza el toqueteo de Vélez que algún sector del periodismo parece no ver) y comenzar a formar juego desde cero. Sin ir más lejos esto pasó ante el equipo de Burruchaga: en los primeros 15 minutos se vinieron con todo, Vélez logró aguantar sin recibir goles en contra, y cuando se rearmó, empezó a tener el control del partido. Hasta pareciese, sin exagerar, que el equipo de Gareca a veces regula los partidos (en el buen sentido): cuando hay que hacer un gol para la tranquilidad de ir triunfando, lo hace. Cuando el rival aprieta, Vélez pisa el acelerador y va a buscar otro más. Si el otro equipo descuenta, Vélez vuelve a acelerar para liquidar el pleito. Una vez hecho esto último, queda lo más lindo, que es el toque y toque para desmotivar al rival. Una ecuación simple que no muchos pueden hacer, y que los de Liniers sí lo pueden lograr gracias al funcionamiento como EQUIPO que tienen. Es sabido: Vélez no depende de una o dos figuritas para generar buen fútbol, y esto se nota. Cuando no está Maxi Moralez, aparece el Burrito o Zapata. Cuando no está López, está Cristaldo. Cuando no llega Otamendi, Domínguez cubre las espaldas. Esto es lo que se llama funcionar en equipo, juegue como se juegue, y esto es lo que erigió a Vélez como un verdadero campeón.

Ahora se viene una parada brava en La Plata, con una defensa bastante averiada, con todo lo que ese sector del juego significa para Vélez, y también la falta de Rodrigo López. Será cuestión de darle la confianza a los que entren y motivarlos para que den lo mejor y redondeen una buena tarea. Torsiglieri es un pibe capaz de generar buenas actuaciones (lo hizo en la última etapa de Tocalli) y Lima...eh...le pega bien a la pelota. Por su parte, el reemplazante de López (Cristaldo o Zárate, Caruso tendría alguna molestia) estará bien elegido seguramente por el Tigre.