Y sí, me animo a decir que para muchos es un sufrimiento lo que generó la goleada por 7 goles a 0 de Boca Juniors al Bolívar (que, dicho sea de paso, ayer anduvieron todo el día de shopping y pidiéndole, a Andy Kustnezoff "chicas para después del partido"...pura concentración). A diferencia de lo que puedan opinar muchos velezanos, yo creo que esta situación en la cual Vélez tiene que enfrentarlos por octavos de final, luego de haber perdido recientemente por el campeonato local ante ellos, no es la mejor. Básicamente, porque luego de ese partido se lo escuchó a Lavolpe diciendo "lo jugaría igual el partido si lo tuviera que jugar de vuelta". Si esto no es necedad, yo no sé que lo es. La cuestión es que, en vista a las decisiones que tomó en el pasado y a su personalidad, es muy difícil que Ricardo Lavolpe modifique su mentalidad para este partido, y su mentalidad le indica jugar con esta famosa línea de 5 (o de 3 o de 2 o de nadie a veces).
Las claves de este partido pasan sin dudas por anular primeramente a Riquelme, y esto sabido es que algo que le molesta mucho al ex Villarreal: ponerle un hombre encima. Cuando Juan Román tiene alguien atosigándolo, se fastidia y no da ni el 10% de lo que da cuando juega libre y suelto (como el último partido ante Vélez). Alguno de los dos volantes centrales en el sistema táctico del Bigotón debe estar pendiente de él.
La otra cuestión y me animo a decir que igual en importancia a la anterior o incluso la supera, es el planteo táctico: no se puede regalar el partido desde el vamos. Boca tiene mucho gol en los pies de sus jugadores (Palacio, Palermo, Neri Cardozo, Marioni si entra, etc) y suele aprovechar (en la mayoría de los partidos, no así ante River) las situaciones que tiene. Hay que plantar la línea de 4 defensores que hace que los jugadores se sientan cómodos y seguros, sin tener que andar tirando el partido por uno o dos errores. Pellerano y Pellegrino funcionan bien cuando se complementan y cuando uno le asegura las espaldas al otro. Adelante ya se verá, Vélez ahí tiene muchas variantes; puede ponerlo al cuate Méndez de 4 y de 8 al misionero Ocampo; puede incluirlo en el medio a Cabral por un Bustos lesionado y con poco fútbol en los pies (aunque esto sería más que nada viable en el partido de vuelta, no tanto en la mítica Bombonera). Ocampo por derecha y Escudero por izquierda serían una buena combinación, más Moreno empujando y Lucas y Mauro en la delantera.
Bueno, el tema es que creo que este es uno de los peores (sino el peor) rivales que le podría haber tocado al Fortín, y este partido, más que el técnico (del cual no podemos depender, se sabe), los jugadores (en los cuales debemos confiar invariablemente) o los dirigentes (no pienso hacer comentarios de política, no es la idea del blog) sino pura y exclusivamente los hinchas. Mucho dependerá de qué tanto apoyo pueda darle la gente a los jugadores, o, en su defecto, qué tanto los pueda "despertar" si, Dios no quiera, comienzan dormidos como la última Vélez.
Es ahora o nunca: son ellos o nosotros. Vélez no se puede dar el lujo de quedar afuera, y encima ante un especímen traicionero y carroñero como lo es Miguel Angel Ru$$o; Lavolpe tampoco puede darse estos lujos, porque sus días en Liniers van a estar contados.
